La participación electoral rompió un récord y fue la más baja desde el retorno de la democracia
Poco después del cierre de los comicios, la Justicia electoral informó que la participación electoral para las elecciones presidenciales de 2023 fue del 74 por ciento en todo el país, una cifra que podría variar pero estableció un récord de caída desde el retorno de la democracia en 1983. El dato fue arrojado por la Cámara Nacional Electoral (CNE) luego de las 18 horas, momento en que cerraron la entrada a los establecimientos educativos para emitir el voto de todo el país.
Si bien registró un leve repunte respecto al escenario de las PASO del 13 de agosto, también reflejó un nivel de ausentismo histórico, en línea con el descontento popular frente a una dirigencia que no supo encauzar la crisis económica. Además, superó el piso histórico del 76,2 % de concurrencia de 2007, la elección presidencial que coronó a Cristina Fernández de Kirchner.
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Cómo fue la participación electoral desde 1983
El domingo 30 de octubre de 1983, casi 18 millones de argentinos fueron convocados a las urnas para elegir el primer presidente constitucional posterior a la sangrienta dictadura instaurada en 1976. En una jornada histórica, votó el 85,61% del padrón en la elección que dio por ganador a Raúl Alfonsín, una cifra que hasta entonces se mantiene como techo.
En las dos elecciones presidenciales que siguieron, la participación bajó pero se mantuvo en márgenes altos. Fue del 82,08% en 1995, para la reelección del peronista Carlos Menem, y 82,32% en 1999, en las que se impuso el radical e intendente porteño Fernando De la Rúa.

Después del estallido del 2001, la apatía social marcó un descenso de la participación electoral. En 2003 fue del 78,2%, una elección en la que Menem salió primero pero evitó el balotaje frente a Néstor Kirchner ante la mera posibilidad de perder la elección.
En 2007, Kirchner le cedió el liderazgo a la senadora Cristina Fernández de Kirchner, quien ganó la presidencia en una elección histórica que estuvo marcada por un ausentismo récord, reflejado en la caída en la participación que se situó en el 76,2%. Cuatro años después, fue reelecta con una participación del 79,4% del padrón en el año en que se instauraron las elecciones primarias como instancia previa a los comicios generales.
El repunte en la concurrencia electoral registrado en 2011 se sostuvo en las elecciones generales de 2015 con 81,1% y 80,8% en el balotaje entre Mauricio Macri (Cambiemos) y Daniel Scioli (Justicialismo – Frente para la Victoria). En esos márgenes se sostuvo la elección de 2019 (80,4%) que ganó Alberto Fernández, el designado por Cristina Kirchner para retomar el poder.

En el 40 aniversario del retorno a la democracia, en las elecciones 2023 el índice de concurrencia se desplomó al 74%. La elección del domingo estuvo marcada por el fuerte descontento popular frente a la economía. A esto sumó la irrupción del libertario Javier Milei como candidato favorito para la presidencia, quien dio el batacazo en las PASO al quedar primero frente a Sergio Massa (Unión por la Patria) y Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio).
Según anunció la CNE pasadas las 18 horas cuando se anunció el cierre del horario de votación. En ese momento, todavía quedaban personas esperando su turno para votar dentro de los establecimientos, por lo que la cifra podría aumentar levemente hacia el final del escrutinio.
La diferencia con las PASO
El 13 de agosto, día en que se celebraron las Primarias Abiertas Simultáneas y obligatorias, la Justicia electoral determinó que el 70,4% de los 35.394.425 argentinos habilitados para votar acudieron a las urnas. Se trató de la segunda participación más baja para una elección presidencial desde que se instauraron las PASO en 2011.
Al cierre de la jornada electoral del domingo 22 de octubre, la CNE informó de manera preliminar que la participación electoral mejoró en cuatro puntos porcentuales respecto a las primarias, alcanzando el 74% del padrón. Sin embargo, que las elecciones generales convoquen a más votantes que las primarias es una tendencia que se sostiene en cada año electoral de manera ininterrumpida.
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