Cristina Kirchner traba la negociación por la presidencia de Diputados y empuja la candidatura de un libertario

En retirada del Congreso, Cristina Kirchner condicionó la elección del presidente de la Cámara de Diputados al advertir que el cargo debía ser para un diputado de La Libertad Avanza condicionando así las candidaturas de los extrapartidarios Florencio Randazzo y Cristian Ritondo, que aún esperan la confirmación del presidente electo Javier Milei, en horas que sigue completando los casilleros de su gabinete.

Lo único claro hasta el momento es que tal como trascendió de la reunión de bloque del kirchnerismo del miércoles pasado, los diputados de Unión por Patria se alinearon detrás de la posicion de la ex presidenta y apoyarán al candidato libertario que proponga Milei para suceder a Cecilia Moreau al frente de cuerpo.

Este viernes, Rodolfo Eiben, presidente del Partido Demócrata de Córdoba y parlamentario del Mercosur, confirmó que Martín Menen es el candidato de La Libertad Avanza para presidir la Cámara baja aunque no bajó a los otros dos postulantes, que -según su interpretación- «están en condiciones» de ocupar el puesto. «Al ser (un cargo) tan importante, porque es el tercer lugar en la línea de sucesión presidencial, hay que tener mucho cuidado en el nombre que se vaya a elegir», advirtió Eiben en declaraciones a Radio 770.

El diputado riojano y candidato a presidir la cámara es hijo de del ex senador Eduardo Menem, de larga trayectoria en el Senado, y sobrino de Carlos Saúl, que gobernó dos veces La Rioja y fue presidente durante 10 años. El joven empresario se dedicó a la política a partir del surgimiento de Milei, y desde 2021 trabajó en su carrera para ser gobernador.

Sin embargo, Florencio Randazzo era sostenido como candidato por Guillermo Francos y desde su entorno aseguraban que tienen los votos para ungir al ex ministro de Cristina Kirchner como el presidente de la Cámara. Pero para eso deberá contar no sólo con el apoyo de los libertarios, que tendrán 38 diputados, sino también de la UCR, la Coalición Cívica y los PRO que queden en el bloque de centro democrático (larretistas).

A los apoyos suman a los diputados de los bloques provinciales como de Misiones, Neuquén y Río Negro. También los 8 de Hacemos que tiene como referente a Juan Schiaretti. Pero aún así no llegaría a los 127 que se necesitan para garantizar la victoria y teniendo en cuenta que el resto del cuerpo votaría en contra.

Randazzo fue impulsado por Juan Schiaretti y contaba con el aval de Francos, el designado ministro del Interior, quien ve en el diputado nacido en Chivilcoy el puente para conseguir los votos de los legisladores que responden a los gobernadores del PJ. Algo que no sería tan lineal en una cámara tan atomizada como la que se viene en la que cada provincia buscará a través de sus representantes atender sus demandas.

En el caso de Ritondo, en tanto, tiene asegurados unos 90 votos entre los propios y aliados, obvio sumando a LLA, a los que se agregarían los 35 del radicalismo unificado, que a más tardar el miércoles ya tendría definido su presidente en la Cámara baja. Al parecer, el cordobés Rodrigo de Loredo dio vuelta la taba y con el apoyo de Alfredo Cornejo (Mendoza), Gustavo Valdés (Corrientes), Leandro Zdero (Chaco) y, por supuesto, Maximiliano Pullaro (Santa Fe) le ganaría la pulseada al neurocintífico Facundo Manes, que hasta antes del balotaje se prefilaba como el favorito para suceder a Mario Negri, que termina su mandato y no renueva.

Pero más allá de la interna radical, Ritondo no contaría con el aval de la Coalición Cívica y está en duda que lo vayan acompañar las «palomas» del PRO. Está más cerca, pero tampoco tendría la llave asegurada para la presidencia en este escenario político.

Está claro que todo dependerá de cómo se posicionen los diputados que asuman el próximo 10 de diciembre, ya que no descarta tampoco un desgajamiento en UP. Pero hasta el momento, el kirchnerismo se mantiene encolumnado detrás de su líder y los más de 100 votos sólo se los daría a un candidato propio de los libertarios, que sumaro a los 38 tendría una suma más que holgada para ganar el cargo y también legitimidad.

La discusión está abierta y desde el espacio que encabeza Javier Milei -más allá de la declaración de Eiben, uno de los dirigentes que trabajó el Córdoba para el triunfo de los libertarios- aún se mantiene el hermetismo y será el presidente electo quien confirme el nombre de su candidato para presidir la Cámara.

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