El Gobierno modificó el artículo sobre retenciones pero sigue cosechando críticas del campo y los gobernadores

A pesar de haberse reunido con actores de diversos sectores del campo y de haber ampliado a 36 el número de productos de las economías regionales que quedarán excentos de derechos de exportación, el Gobierno de Javier Milei sigue sumando críticas por su intención de mantener y en algunos casos aumentar la alícuota para los principales creales y oleaginosas y para la carne. En concreto, sube del 31% al 33% para los subproductos de la soja, y del 12% al 15% para el trigo, el maíz y la carne.

Tanto las gremiales del campo como algunos de los Gobernadores de las provincias de la zona núcleo se pronunciaron claramente en contra de esa iniciativa incluida en la ley ómnibus que el Gobierno pretende aprobar esta misma semana en el Congreso.

El gobernador de Santa Fe Maximiliano Pullaro fue uno de los más firmes en el rechazo: “No voy a acompañar el aumento de retenciones. El gobierno acierta en terminar con el déficit y el despilfarro del pasado, pero repite el error al ponerle un pie en la cabeza de los que producen, que son el sujeto del cambio que el país necesita”, publicó en twitter.

Desde Federación Agraria expresaron su apoyo a esa posición, como también desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). "Nos vemos decepcionados, que después de tantos años se siga insistiendo con recetas que ya están probadas y que fracasaron, las retenciones no bajan el precio de los alimentos, como ha dicho erróneamente un funcionario en este recinto, todo lo contrario, limitan la producción", afirmaron.

Al catálogo de críticas se sumaron algunas voces que no suelen coincidir con el sector agropecuario, como la del ex funcionario del gobierno de Alberto Fernández y dirigente de la Unión Industrial José Ignacio de Mendiguren, quien recordó que en plena sequía, el Gobierno anterior bajó las retenciones y llamó a rechazár el DNU.

Por su parte Daniel Arroyo, también ex funcionario del Gobierno anterior, dijo: "No al aumento de las retenciones. Necesitamos una Argentina más amplia, más grande y más federal. Una Argentina que promueva sus exportaciones y sus economías regionales. Un país con más trabajo y producción. Hay otro camino".

Mientras tanto, el Gobierno sostiene que no tiene más margen para ceder y que la marcha atrás para las retenciones en las economías regionales representa ya un costo fiscal de unos 800 millones de pesos.

"Las retenciones no son lo que queremos, no es lo que quiere el presidente ni cada uno de los que estamos aquí reunidos, pero es una parte frente a una emergencia, frente a una situación de eventual hiperinflación que estamos enfrentando", dijo hace pocos días en el Congreso el secretario de Agricultura Fernando Vilella, y agregó: "Las retenciones lo que hacen es que los consumidores locales tengan un precio menor al momento de pagar. En la medida que la macroeconomía mejore, como la intención es que las retenciones no estén, estaremos en condiciones de bajarlas".

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