Los piqueteros buscan mostrar fuerza y se movilizan al Congreso contra la Ley Ómnibus en medio del debate

El adjetivo lo pronunciaron los dirigentes que organizan la protesta contra el proyecto enviado al parlamento por el Poder Ejecutivo, y que tiene docenas de modificaciones, y por funcionarios del Gobierno de Javier Milei.

Lo “incierto” de la situación es por las variables que se presentan por primera vez desde que el Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, puso en práctica el “Protocolo Antipiquetes”. En las cuatro oportunidades anteriores, los responsables de las masivas marchas -piqueteros, CGT, movimientos sociales, CTA- tenían un compromiso explícito, evitar confrontar con los efectivos de la Policía de la Ciudad, la PSA, Gendarmería, Prefectura y Policía Federal.

Los responsables de esas fuerzas controlarían a los manifestantes que se movilizaban en transporte público. Bajarían a los que llevaban objetos contundentes, como palos y piedras o estuvieran encapuchados; obligarían a los piqueteros y manifestantes a utilizar las veredas, en vez de las calles para evitar la interrupción del tránsito cuando las columnas fueran pequeñas. Pero evitarían utilizar la fuerza si el número de activistas era numeroso. Ante la masividad, los efectivos cortarían el tránsito para evitar incidentes y acelerar el paso de las columnas, así el tiempo de interrupción vehicular y de colapso se acotaría.

“Marchamos al Congreso, a partir del mediodía para rechazar la aprobación del proyecto ómnibus que se tratará en la Cámara de Diputados”, anunció Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero REUTERS/Agustin Marcarian

Salvo algunas escaramuzas, el pacto implícito entre unos y otros se cumplió. Solo algunos incidentes aislados se produjeron el 20 de diciembre, fecha en que los piqueteros realizaron su primera marcha a Plaza de Mayo contra el Gobierno recién asumido de La Libertad Avanza. Así y todo las cámaras de TV registraron una particularidad: los dirigentes del Polo Obrero se interpusieron entre los efectivos de la Policía de la Ciudad y algunos díscolos que se habían desprendido de la columna principal para evitar que creciera la escaramuza. En vez de usar gases lacrimógenos, utilizaron gas pimienta para evitar corridas innecesarias.

La Marcha de hoy es diferente y pondrá a prueba el “Protocolo Antipiquetes”. ¿Cuántas personas se movilizarán contra la Ley Ómnibus? Los manifestantes rechazan la totalidad del texto. Evalúan como “insuficientes las modificaciones al texto original y las concesiones realizadas por el Poder Ejecutivo”. Están en contra de cualquier “facultad delegada” al Presidente, más allá de que todos los mandatarios tuvieron esa facultad, también denominada como “superpoderes”.

Los que hoy se movilizarán al Palacio del Congreso, ubicado a dos kilómetros de la Casa Rosada, se muestran “intransigentes” ante las decisiones libertarias. De hecho, las principales consignas son “abajo el plan de Milei y el protocolo represivo”, “que la CGT convoque a un nuevo paro” y “rechazo total a la Ley Ómnibus”.

Habrá cientos de personas que llegarán a los alrededores del Congreso por fuera de estructuras partidarias, piqueteras y gremiales. ¿Cómo actuarán esos manifestantes “indignados” por decisiones políticas, sociales y económicas tomadas por Javier Milei? ¿Cómo se comportarán ante alguna actitud que consideren “provocativas” por parte de los uniformados? ¿Habrá “infiltrados” enviados por sectores reaccionarios dispuestos a provocar desmanes e incidentes?

En 2017 los manifestantes protestaron de manera violenta contra la Reforma Previsional que impulsaba el Gobierno de Mauricio Macri Foto NA: DAMIAN DOPACIOzzzz

También se estima que militantes kirchneristas, por fuera de esa estructura e integrantes de organizaciones sociales, como el Movimiento Evita -que no convocaron a la marcha- podrían sumarse a la protesta.

Desde el Poder Ejecutivo advirtieron que realizarán controles en colectivos, trenes y subtes para verificar que personas sin identificar y con combustibles, botellas y baldosas lleguen al Congreso.

Los responsables de la seguridad de CABA ya se contactaron con los dirigentes piqueteros para evitar fricciones e incidentes “innecesarios”.

“Los sindicatos, organizaciones piqueteras, organismos de derechos humanos, estudiantes, asambleas populares, de la cultura, y organizaciones políticas que nos movilizamos el 24 en una columna independiente a la de la CGT y movimientos sociales de la UTEP, marchamos hoy al Congreso, a partir del mediodía para rechazar la aprobación del proyecto ómnibus que se tratará en la Cámara de Diputados”, le explicó a Infobae Eduardo Belliboni, referente de la Unidad Piquetera y líder del Polo Obrero. También recordó que: “Reclamamos a las centrales obreras un nuevo paro nacional contra el plan de ataque histórico contra los trabajadores. Esto coloca la necesidad de un plan de lucha hasta derrotar el plan de Milei”, finalizó.

Belliboni anticipó que las organizaciones piqueteras estarán presentes hasta que se vote el último artículo en debate. Si es necesario acamparan en el lugar. Un hecho que será innecesario si los bloques se ponen de acuerdo en pasar a un cuarto intermedio y retomar horas después para evitar un maratónico debate de más de 12 horas.

El «Protocolo Antipiquetes»de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich será puesto a pruebas una vez más Europa Press/Contacto/Cristobal Basaure Araya

Como ya lo hicieron el pasado 24 de enero ante el llamado al paro nacional y movilización al Parlamento por parte de la principal central del país, las asambleas barriales de CABA y la provincia de Buenos Aires también se movilizarán. Uno de los vecinos que integra la asamblea barrial de Parque Avellaneda le dijo a este medio que las embrionarias organizaciones “nos mantenemos en estado de alerta, para encontrarnos con otras construcciones asamblearias de distintos barrios y movernos, salir y estar en las calles para continuar fortaleciendo los lazos solidarios entre vecinas y vecinos”. Como los dirigentes piqueteros, los integrantes de las organizaciones barriales, que se movilizan por fuera de las estructuras políticas, afirman que estarán presentes “cuando se vote en el Congreso porque esperamos que caiga la Ley Ómnibus, el Decreto de Necesidad y Urgencia y el protocolo represivo de Bullrich”.

La protesta de hoy tiene un antecedente que ocupa a las autoridades: las 14 toneladas de piedras que se arrojaron contra el Congreso cuando se debatía la Reforma Previsional sancionada en 2017 durante el mandato de Mauricio Macri. Ese 19 de diciembre fueron diecisiete horas de sesión, sin interrupciones, con los estruendos que llegaban al recinto de la Cámara de Diputados por los graves enfrentamientos en las calles y un cacerolazo de miles de manifestantes que se movilizaron hasta los vallados que impidieron acercarse al Palacio Legislativo.

La ministra de Seguridad de Macri era la misma de Milei, la actual presidente del PRO, Patricia Bullrich. En las primeras horas de la tarde de ayer, el líder de La Libertad Avanza adoptó una posición intransigente frente a los gobernadores y diputados de los bloques dialoguistas, con los que intentó negociar sin éxito hasta anoche los respaldos que necesita para aprobar su ansiada Ley Ómnibus. Las próximas horas marcarán el gobierno de Milei, dentro y fuera del recinto.