Falta de inversiones, obsolescencia y deudas millonarias: la auditoría del ENRE a Edesur
La auditoría realizada a la distribuidora eléctrica Edesur asegura que tiene deudas por más de $20.000 millones, equipamiento de los años 50 y caída del 60% de las cuadrillas. La compañía asegura que es "inconsistente" y prepara una respuesta.
Auditoría
La auditoría a Edesur fue solicitada por el Gobierno a fines de febrero de este año, para determinar la calidad del servicio público de distribución de electricidad establecida en el contrato de concesión, en un contexto de ola de calor, aumento de la demanda y deficiencias en el servicio, que derivó en cortes de luz y manifestaciones en distintos barrios de Capital y Gran Buenos Aires.
Sobre el equipamiento, el ENRE detalla: “Continúan en servicio equipos que son originales (década del ‘50 y ´60) a las subestaciones transformadoras, interruptores, cables, protecciones, etc. Esto resalta la obsolescencia”.
Además, el organismo es crítico sobre la conducción de la empresa Edesur, cuyas autoridades fueron denunciadas judicialmente: “La gestión empresarial no ha sido satisfactoria: teniendo visión cortoplacista que posponen las verdaderas necesidades de los sistemas”. Asegura que el déficit financiero de la empresa es producto de la “falta de gestión eficiente”, y que “dispuso de recursos financieros necesarios para cumplir con las obligaciones pautadas”. El ENRE informa que Edesur adeuda $ 19.500 millones al Tesoro por sanciones impagas, sin contar el resarcimiento a usuarios, saldos impagos a Cammesa y créditos intercompany, que “afectan el devenir de la distribuidora”.
Además, hace referencia a la respuesta a los reclamos de los usuarios: “Hay una reducida cantidad de personal (especialmente el propio) para restablecer el servicio y los mantenimientos a tal punto de no llegar a cumplir con lo cotidiano”. La investigación asegura que la cantidad de cuadrillas cayó un 60% durante el verano 2022-2023, en un contexto donde aumentó en número de fallas. “Durante el verano no hubo más de 223 cuadrillas diarias, y tuvieron 26 días, el 21% de los días entre diciembre y fin del verano, con más de 70.000 reclamos diarios”, detalla.
El trabajo del ENRE es crítico con los procesos internos de respuesta a los usuarios: “Cuando se acumulan más de 2.000 reclamos, de modo previo a asignarlo a las cuadrillas, la distribuidora realiza una “Campaña de Llamados” telefónicos a los usuarios, desde un “teléfono privado”. Si no contestan cierra el relamo como cumplido, obligando al usuario a volver a reclamar”.
Respuesta de Edesur
La compañía Edesur, que se encuentra en un proceso de venta por parte de la italiana Enel, es muy crítica con la auditoría, al considerarla “inconsistente”. Como ejemplo, el trabajo del ENRE asegura que la empresa tenía los recursos, pero también que se financiaba con el no pago a Cammesa. Uno de los motivos que siempre resaltan desde la compañía es la falta de aumento de tarifas: desde el aumento realizado en marzo del año 2019 bajo la gestión de Mauricio Macri, hasta la actualidad, la inflación acumuló casi 700%, contra un Valor Agregado de Distribución (VAD) que trepó 173%, teniendo en cuenta lo aplicado en mayo de 2021, marzo de 2022 y abril de 2023.
Además, rechazarán el argumento de falta de inversiones, con los números de las inversiones anuales de los balances, y el dato de que bajaron los cortes de luz de 33 horas promedio anual por cliente a 14, hasta antes de marzo.
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