Desde la Universidad siempre se manejó con muchísimo hermetismo este tema, ante la consulta de este diario sólo dijeron que la denuncia existía y sin dar otro detalle más. No obstante, se supo que la denunciante presentó capturas de pantalla, ofreció testigos y hasta certificados médicos. «No existen pruebas concluyentes en esa denuncia», dijeron fuentes de la UNSJ, por eso necesario el sumario administrativo. Sólo el Consejo Superior tiene poder sancionatorio, ni el rector ni la vice.
El decano habló tras hacerse pública esta denuncia de acoso laboral y sexual. A través de un comunicado de la UNSJ explicó: “Está obviamente dirigida a perjudicarme políticamente. Es un montaje que se ha armado para causarme un grave perjuicio en términos de credibilidad, de manchar mi trayectoria y mi prestigio, apuntando obviamente a la interna universitaria y las posibles candidaturas para el 2025”. Para luego argumentar: “Puedo decir que estoy muy tranquilo porque nada de lo que está contenido en esa denuncia existió. Es una denuncia falsa”.
Que el decano haya usado el medio oficial de la universidad para expresarse fue materia de discusión y rechazo en el seno del cuerpo. Principalmente porque no usó las vías legales internas. No presentó el descargo ante la Oficina pues consideró que no había cargos en su contra hasta el inicio del sumario.
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