A diferencia de Bullrich, Massa posterga anuncios sobre un eventual gabinete por si llega a entrar al balotaje con Milei

El candidato de UP encara el tramo final de la campaña centrado en su figura, urgido por la crisis económica y con pocas pistas en torno a hipotéticos colaboradores

A menos de una semana de las generales, Sergio Massa ya no prevé anunciar a ningún integrante de un hipotético gabinete si es que gana las elecciones. La decisión arrastra una serie de factores, pero lo más sustancial es que el ministro-candidato buscó en estos meses centralizar toda la campaña en su figura, a pesar de la crisis, y diferenciarse de sus principales contrincantes, en particular con Patricia Bullrich que el fin de semana oficializó a Horacio Rodríguez Larreta como su eventual jefe de ministros si es que llega a la Presidencia, una maniobra contrarreloj de la ex ministra para tratar de asegurarse un lugar en el balotaje.

“La gente vota presidente, vota un liderazgo: cada anuncio de ese estilo aparece como una muleta”, explicaron por estas horas muy cerca del candidato de Unión por la Patria. En el último mes, Massa desplegó una campaña bien personalista en la que hizo y deshizo a piacere -trascendió, incluso, que el anuncio vinculado al impuesto a las ganancias fue oficializado sin el aval absoluto del kirchnerismo-, asesorado por su estratega catalán y con cada vez más creciente injerencia de los consultores enviados desde Brasil por el PT, y en la que apuntó a reforzar su liderazgo bajo el lema “tenemos con qué, tenemos con quién”.

Nadie sabe, de ganar, cómo y con quiénes va a conformar el ministro su gabinete. Se trata, en definitiva, de una estrategia política opuesta a la de Bullrich, la otra dirigente que se disputa con el funcionario, según todas las encuestas, la entrada al balotaje: la ex presidenta del PRO se rodeó en el último mes de una serie de figuras con el objetivo de dar señales no solo de unidad partidaria, si no de robustez de gestión. Desde las PASO, la flanquean gobernadores, legisladores y un variado abanico de dirigentes de Juntos por el Cambio.

El primer movimiento en ese sentido fue la decisión de anunciar a Carlos Melconián como su ministro de Economía en caso de ganar las elecciones. El presidente de la fundación IERAL fue convocado por la ex ministra de Seguridad, en parte, para suplir sus tropiezos en el discurso público en ese rubro. El economista tiene una sobria trayectoria en los medios, y desnudó en su paso por el encuentro de IDEA de principios de mes esa falencia de Bullrich, evidenciada cuando lo designó para ese rol: “Me asombra día a día de Patricia su autoestima”, dijo el economista.

Carlos Melconián será el ministro de Economía de un eventual gobierno de Patricia Bullrich (JxC) (Télam)Carlos Melconián será el ministro de Economía de un eventual gobierno de Patricia Bullrich (JxC) (Télam)

En el caso de Rodríguez Larreta, anunciado este último sábado para sorpresa incluso de algunos de sus amigos más cercanos que estaban más cerca de Massa que de ella, el acercamiento obedece a la necesidad de la candidata de consolidar todos los votos que obtuvo el ex postulante en las PASO, y de mostrar a un administrador que en las primarias tuvo una muy mala performance, pero que arrastra desde hace años una probada experiencia de gestión, tal vez uno de los puntos flacos de la ex ministra de Cambiemos.

“Horacio, si querés ser presidente tenés que construir desde otro lado”, le dijo Bullrich al jefe de Gobierno en una de las charlas que mantuvieron en estas semanas antes de cerrar el acuerdo anunciado el sábado en el Jardín Botánico. El ex candidato, según fuentes cercanas, se convenció después de darse cuenta de que su plan a futuro de lanzamiento de una fundación, como filtró a propios y extraños fogoneado por parte de su entorno, no había rebotado con tanto éxito en el círculo rojo. No tenía margen para hacer otra cosa.

En las últimas horas, la ex ministra incorporó además a Fernán Quirós a cargo del área de Salud si es que llega a la Casa Rosada. A Bullrich, las urgencias la obligan a mostrar a todos adentro: parafraseando a Massa, “tenemos con quiénes”.

Por el contrario, el ministro-candidato se encamina hacia la elección más trascendental de su vida política al frente de una campaña unipersonal. “Eso de anunciar ministros se hace cuando entras al balotaje, y faltan 60 días para asumir aún”, explicaron bien cerca del candidato.

Es más: el candidato de UP se desmarca cada vez que puede de Alberto Fernández, hace rato no se muestra con Cristina Kirchner y su hijo, el jefe de La Cámpora, medita, con muy esporádicas apariciones en el medio, sus próximos movimientos en la provincia de Buenos Aires tras la caída de Martín Insaurralde, su principal socio en ese territorio, y los coletazos de la trama del financiamiento opaco de la política en el bastión máximo del peronismo que arrojan novedades cada día.

En la previa del segundo debate presidencial de hace dos fines de semana había circulado que el ministro de Economía aprovecharía esa instancia para anunciar públicamente que Roberto Lavagna tendría un lugar preponderante en un eventual gabinete massista. Massa no dijo nada, y recién este domingo aseguró que pensaba en el ex ministro como un asesor de relieve, en caso de ganar las elecciones, ante un comentario de Mirtha Legrand en los estudios de Canal 13. No quedó claro si, en su momento, el nombre de Lavagna había surgido desde el riñón del propio candidato, como ha pasado en otras oportunidades, para después relativizarlo.

Roberto Lavagna tendría un lugar preponderante en un eventual gabinete massistaRoberto Lavagna tendría un lugar preponderante en un eventual gabinete massista

Lo cierto es que recién si logra entrar en una segunda vuelta electoral el próximo domingo, el líder del Frente Renovador prevé impulsar desde ese momento una serie de nombres de eventuales colaboradores. “Ahora no voy a jugar nombres”, resaltó el ministro en privado.

No solo eso: descartó en recientes declaraciones que varios ministros del actual gabinete no serían de la partida en un eventual gobierno suyo. Una señal del estilo de conducción que pretenderá instaurar si llega a la Casa Rosada, opuesto por completo al de Fernández.

Massa está concentrado de lleno en una campaña en la que el solo hecho de que llegue a este tramo final con serias chances de meterse en una segunda vuelta lo ubica, según sus propios asesores, en las puertas de un verdadero “milagro”.

“Es un milagro que la gente no lo saque a bolsazos por ahí”, opinó con sorna un importantísimo funcionario que colabora a tiempo completo en la campaña y que reconoce la gravedad de la crisis económica. A seis días de las elecciones, la inflación no cede y el faltante de productos agrava aún más la situación.

A pesar de eso, Massa aspira a ser “jefe” -así se lo planteó a Cristina Kirchner, durante el proceso de reconciliación-, y en sus movimientos insinúa que aspira a esa condición a futuro dentro del peronismo. Dependerá de su performance y del reacomodamiento interno en el PJ.

El ministro-candidato planteó además en estas semanas que buscará encabezar un “gobierno de unidad nacional” si llega a la Presidencia. No lo pueden decir, pero hay dirigentes del PRO y la UCR que se identifican mucho más con el estilo de Massa que con el de Bullrich.

 

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