DÓLAR LIBRE: Se espera una mayor demanda de ahorristas que no quieren atravesar la transición en pesos
El mercado se pregunta que ocurrirá con los controles a los cambistas, más difíciles de implementar para un gobierno con poco tiempo por delante
El hecho de que el Gobierno haya impulsado una mejora del tipo de cambio para los exportadores no garantiza que el agro liquide grandes tenencias. El tipo de cambio para exportar, que antes debía liquidarse 70% por el mercado oficial y 30% por el contado con liquidación (CCL), ahora sería de 50% y 50%. El nuevo esquema equivale a un dólar levemente superior a $600. El problema es que la mayor oferta en el CCL, haría bajar progresivamente el precio y, por lo tanto, el tipo de cambio.
Por eso en el agro, no son pocos los que esperarán a que asuma Javier Milei porque quieren un mejor tipo de cambio vía una fuerte devaluación.
Otra de las medidas que tiene pensado el Gobierno es continuar con los controles extremos sobre el dólar libre y acudir a las “manos amigas”. Pero la pregunta es: ¿Estarán presentes para colaborar con un Gobierno que se va y malquistarse con el que viene? El escenario cambiario ya no lo domina Sergio Massa y el “blue” puede ser el dólar que más suba hoy.
Por otra parte, trascendieron dificultades con el swap con China que le podía aportar divisas para controlar una escalada cambiaria. Sin esta ayuda, el Central no tiene poder de fuego y no puede acudir a las reservas que tienen disponibilidad negativa y están afectando a los depósitos en dólares.
Los demandantes del dólar libre abundan porque nadie quiere esperar al nuevo Gobierno con pesos en sus carteras. Se espera que siga la caída de los plazos fijos y el aumento de saldos en cuentas a la vista que presionarán sobre el dólar libre.
Para Salvador Vitelli, analista financiero y experto en agronegocios, la medida no lo sorprendió porque no esperaba una devaluación, sino un desdoblamiento del mercado cambiario: “Lo positivo fue la suba de los bonos de la deuda tras el discurso de Milei donde marcó un rumbo de defensa de la propiedad privada y libertad económica. Es increíble que esto se discuta en la Argentina cuando son cuestiones básicas en el mundo. El mercado está festejando la victoria de un candidato pro mercado que da prioridad a la libertad de comercio. La promesa de que los compromisos se van a honrar, alentó el movimiento y da esperanzas para el pago de los cupones que tenemos en enero por USD 1.500 millones, de los cuales corresponden USD 1.150 millones a privados y el resto es de organismos estatales y organismos multilaterales. Si uno considera los vencimientos con organismos internacionales, es un número abultado, pero con algún waiver (perdón) del FMI y el financiamiento adicional que se está comentando que puede llegar, quizás se pueda sobrevolar la tormenta de manera más tranquila”.
La suba de los bonos de la deuda hizo bajar el riesgo país nada menos que 169 unidades (-7%) a 2.243 puntos básicos. Pero, se sigue recomendando cautela porque no se espera que los bonos lleguen a la mejor paridad que tenían antes de las PASO de 36% y se recomiendan los bonos Globales GD38 y GD41, que fueron reestructurados en 2005. Es decir, son del default que se negoció cuando Roberto Lavagna era ministro de Economía.
El economista Andrés Reschini señaló que “me inclino por un mercado apostando por el achicamiento de la brecha dado por un tipo de cambio subiendo y si los próximos anuncios de Milei siguen esa dirección puede ceder la presión en los dólares alternativos. Probablemente veamos altos volúmenes en futuros mañana y al Banco Central corrido y más firmeza en la parte más corta de la curva sobre todo en noviembre, diciembre y enero. De todas maneras, faltan precisiones y la transición puede ser ruidosa y generar volatilidad”.
Respecto a la euforia que hubo por los ADRs -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- que llevaron a subir a YPF hasta 40%, hay que tomarlo como una euforia inicial y esperar una pronta toma de ganancias. No olvidemos que la Argentina tiene pésimos antecedentes en privatizaciones. Tanto YPF como Aerolíneas pasaron por esas experiencias y volvieron a manos del Estado. No será fácil vender estas empresas. Lo que sí podría dar resultados es tener una política de cielos abiertos y una YPF más ágil para competir con las privadas que tendrán una participación más destacada en el nuevo esquema de política energética.
Para hoy se espera la licitación de Bonos del Tesoro donde se deberían recaudar como mínimo $1,3 billones para hacer frente a los vencimientos. Del comportamiento de los bancos, depende lo que suceda. Las entidades, a pesar de que sus acciones subieron en Nueva York, son las que tienen carteras que afectan sus balances.
Como siempre el mercado dará respuestas, en particular el sector exportador que evaluará el nuevo esquema con sus liquidaciones.
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