Alberto Fernández admitió que el PJ debe reorganizarse y dio la lista de sus favoritos para conducirlo

El Presidente consideró que el peronismo tiene que discutir su identidad y agregó que necesita “democratización”

A pocos días de dejar el Gobierno, el presidente Alberto Fernández consideró que el peronismo debe entrar en una fase de “reconfiguración” y se aventuró a enumerar una serie de dirigentes que para él deberían formar parte de esta nueva etapa. Cuando habló de la reconstrucción de la fuerza oficialista, que pasará a ser opositora desde el 10 de diciembre cuando asuma el libertario Javier Milei, minimizó que la conducción deba estar a cargo del gobernador Axel Kicillof -el ganador de la elección en Buenos Aires- y dio otros nombres.

Consultado en Radio Urbana Play si el futuro del Partido Justicialista (PJ) estará en manos del mandatario bonaerense, Fernández deslizó: “No lo sé, depende también de él”.

En un momento de total desconexión con el kirchnerismo, evitó también responder sobre el diputado nacional Máximo Kirchner. “Hay un montón… ¿Por qué no Victoria Tolosa Paz?”, mencionó en relación con la actual ministra de Desarrollo Social que pasará a la Cámara baja, luego de intentar hacerle una interna a Kicillof y tras ser finalmente impulsada por el Presidente para secundar al hijo de la vicepresidenta en la lista de diputados por la provincia de Buenos Aires.

No nombró solo a Tolosa Paz. “¿Por qué no Gabriel Katopodis? ¿Por qué no Jorge Ferraresi? Estoy tirando nombres que me vienen a la memoria, que han sido ministros míos y que los he visto, han sido formidables ministros”, señaló Fernández.

El fin de semana, en Perfil, el mandatario había incluido dentro de la lista al actual ministro de Vivienda, Santiago Magiotti; y al gobernador saliente de Chaco, Jorge “Coqui” Capitanich.

Entre sus reflexiones sobre el porvenir del espacio que lidera a nivel nacional, Fernández aseguró que no quiere convertirse en un “jarrón chino”, es decir, en un objeto al que la gente “le otorga valor, pero no sabe dónde meterlo”. Bajo esa comparación sostuvo: “No quiero ser un jarrón chino, quiero ser un ladrillo que se sume a otros y construya la fuerza que necesitamos”. También aseguró que se pondrá al servicio para que las cosas estén mejor.

Convencido de que hay que darle al peronismo “la identidad que se merece”, ya que fue “demasiadas cosas” a lo largo de la historia durante el menemismo, el duhaldismo, el kirchnerismo y su propia gestión, Fernández indicó: “La mayor revolución que necesita es su democratización real, para que vuelva a ser un partido nacional y no una congregación de partidos locales”.

Además insistió con que “detesta la lógica personalista” porque eso implica que todos se abroquelen y “hagan sacrificios” en favor de uno, y puso como ejemplo de lo contrario que él se corrió de la escena para “garantizar el éxito” del peronismo en las elecciones, pese a que perdió.

En tanto, contó que con Cristina Kirchner no tiene diálogo, mientras que mostró otro tipo de relación con el excandidato Sergio Massa. “Hablamos permanentemente”, expresó.

Asimismo, el Presidente marcó diferencias con Daniel Scioli -quien antes de la candidatura de Massa fue su favorito para sucederlo- por mantener conversaciones para quedarse en la embajada de Brasil durante la gestión de Milei. “No entiendo cómo se puede representar al gobierno de Fernández y al de Milei. No me vengan con la historia de que se puede representar a la Argentina. Eso es falso. Es problema de Scioli si se queda. A cualquiera que haya trabajado en nuestro gobierno le tiene que ser objetivamente imposible trabajar con Milei”, aseveró.

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