La incógnita Milei
¿Qué es esto? Ezequiel Martínez Estrada llamó así a su libro publicado a la caída de Perón y en medio de la Revolución Libertadora. Ahora, de acuerdo a los resultados electorales, deberíamos hacernos la misma pregunta: ¿Qué es esto? La victoria de Javier Milei no viene de ninguna parte, sino de un hombre que puso en marcha desde la nada, hace dos años, un movimiento político que alcanzó la cumbre.
Deberíamos mirar el proceso con un poco más de profundidad. Javier Milei no es un fenómeno solitario. Como hubiera dicho Ortega y Gasset, es él y su circunstancia. Esa circunstancia es un país en el borde del caos y sin rumbo, en el cual los partidos políticos y sus dirigentes no sabían qué hacer y adonde ir.
No es la primera vez que en la Argentina pasa algo parecido. Pero en las alternativas pasadas un grupo de dirigentes encontraron el rumbo. Ejemplos: después de Caseros en 1852, en 1880 con la llegada de Roca, en 1912 con Sáenz Peña e Yrigoyen, en 1943 con Peron y su gente. Lo curioso es que no estaban solos, se sabía quiénes los rodeaban.
La curiosidad del fenómeno Milei es que ganó sólo y después empezaron a aparecer los nombres que ahora lo rodean. Por eso son nombres que se anuncian para ocupar un cargo y de pronto los cambian. Hay una pregunta que es una tentación: ¿está realmente sólo? Esta no es la realidad, pero hay que explicarla.
La victoria de Milei tiene un costado conocido, pero que debe reiterarse: si en medio de la catástrofe que vive la Argentina (cuyos detalles son conocidos) ganaba el Ministro de Economía que pilotea este desastre, la pregunta más simple es la siguiente. ¿Cómo un pueblo en el cual el 99% de sus habitantes leen y escriben, votan a favor del dirigente que está liderando esa catástrofe?
El suicidio puede asumir muchas formas, pero ésta hubiera sido una de las más originales. El mensaje de Milei tiene otra dimensión: no hace otra cosa que repetir la protesta de la gente. Por ejemplo: “la dirigencia política es una horror, hablan y prometen pero cada vez estamos peor”. Éste es el corazón de su mensaje.
El gobierno de Milei está abierto a una inmensa incógnita, rodeado de preguntas. Pero una enorme mayoría ha jugado una apuesta para que tenga éxito. Lo único que no se puede asegurar es el futuro.
Hugo Martini fue diputado nacional (PRO)
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