Un fuego cruzado de denuncias y acusaciones entre el gobierno de Pedro Sánchez y el principal partido de la oposición, el PP, por presuntos actos de corrupción que involucrarían a familiares de los principales líderes políticos genera instabilidad en España.
El último capítulo involucra a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso: Alberto González Amador, un técnico sanitario de 48 años, fue denunciado por la Fiscalía provincial y está siendo investigado por fraude fiscal y falsedad de documentos.
La prensa española destaca que el novio de la presidenta regional habría embolsado unos dos millones de euros en comisiones por la compra de barbijos durante la pandemia.
Este miércoles, además, el PP denunció a Sánchez por haber estado presente en la reunión de gabinete en la que se tomó la decisión de “salvar” económicamente a Air Europa, la aerolínea del grupo Globalia que habría subvencionado actividades profesionales de la esposa del presidente del gobierno, Begoña Gómez.
Las acusaciones del PP contra la mujer de Pedro Sánchez son parte de los coletazos de la trama de corrupción que involucra a un ex asesor del ex ministro de Transporte, José Luis Abalos, quien se habría enriquecido desmesuradamente con el cobro de comisiones por acercar al gobierno empresas intermediarias para la compra de barbijos a China en lo peor de la pandemia.
Por las denuncias, que están siendo investigadas, Abalos, que actualmente era diputado y se declara inocente, fue interpelado por la cúpula de su partido, el PSOE, para que dejara su banca.
Algo que no sucedió: quien fuera secretario de organización decidió alejarse del PSOE y conservar su escaño en solitario y dentro del grupo mixto, integrado por las fuerzas que cuentan con menos de 15 diputados.
Las ramificaciones del llamado “caso Koldo” -por el nombre del ex asesor acusado de corrupción, Koldo García Izaguirre- llegaron hasta la esposa de Pedro Sánchez. Begoña Gómez se habría reunido con dos empresarios vinculados a la trama que le habrían ofrecidos propuestas de negocios.
Este antecedente más las vinculaciones de la mujer del presidente con Air Europa, la empresa que fue rescatada de la quiebra con millones de dinero público son la daga que el PP arroja al PSOE pidiéndole la renuncia de varios dirigentes, incluida la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que era presidenta regional de las Islas Baleares cuando se pagaron las comisiones ilegales por la compra de barbijos.
Fuego cruzado
En la sesión parlamentaria de control al gobierno de este miércoles, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, se cruzaron con graves acusaciones mutuas.
“Estamos ante un supuesto muy grave de corrupción, señor presidente, que afecta a su gobierno, a su partido y probablemente a usted”, dijo Núñez Feijóo.
Entre sus recriminaciones, el líder del PP pidió que se reabra la investigación por el confuso episodio que se vivió en España en enero de 2020, cuando la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, aterrizó en Barajas a pesar de tener su ingreso prohibido en Europa. El por entonces ministro de Transporte Avalos se reunió con ella en una sala del aeropuerto de Madrid. Nunca dio explicaciones sobre ese encuentro cuya investigación el juez archivó.
A su turno, Pedro Sánchez apuntó a la líder del PP madrileño. “Le exijo que pida la dimisión de la señora Ayuso como presidenta de la Comunidad de Madrid”, le dijo Sánchez a Núñez Feijóo.
“Que tenga coraje, que sea valiente, que exija la dimisión de la señora Ayuso de la Comunidad de Madrid aunque eso le cueste el puesto, como al señor Casado”, le recordó Sánchez.
Pablo Casado era el presidente del PP en 2022 cuando denunció que la comunidad autónoma de Madrid había concedido un contrato, en plena pandemia, a la empresa de un amigo del hermano de Isabel Díaz Ayuso.
En un comunicado, la presidenta madrileña admitió entonces que su hermano había cobrado 55 mil euros (más IVA) por conseguir barbijos en China, pero la denuncia contra Díaz Ayuso le valió el cargo a Casado que fue reemplazado por Núñez Feijóo.
En el Parlamento, Sánchez también le recriminó al actual líder del PP antiguos vínculos con el jefe narco Marcial Dorado: “Fue usted el que desarrolló esa amistad con un capo del narcotráfico. Y esa es la gran diferencia entre usted y yo -dijo el presidente del gobierno-. Con ese historial, usted ha podido escalar hasta lo más alto de su partido político. Y en mi partido, usted no hubiera llegado ni a concejal de pueblo.”
“Sánchez busca mi destrucción personal”
Díaz Ayuso habló este miércoles desde Leganés, a una media hora de la Puerta del Sol. Allí celebró la reunión de su gobierno y se defendió.
“Pedro Sánchez está sentado en la corrupción política y económica y esto no lo va a tapar aunque pida mil veces mi dimisión”, dijo.
“El presidente del gobierno que mañana (por el jueves) va a aprobar la ley más corrupta de la democracia, la ley que amnistía a delincuentes y a presuntos terroristas ha pedido mi dimisión. Imagino que para intentar tapar ese escándalo”, subrayó Díaz Ayuso. Se refería así a la ley de amnistía al independentismo catalán que el Congreso tratará y casi seguro aprobará el jueves 14 de marzo.
“Busca desestabilizarme a través de mi destrucción personal cuando el único destruido aquí es él”, insistió.
Y aclaró lo que sabe, según ella, de la situación que atraviesa su novio: “Hasta donde sé, mi pareja está sufriendo una inspección fiscal salvaje que afecta a 2018, 2019, 2020, 2021 y ahora 2022, para retrasar los casi 600 mil euros que Hacienda le debe”.
“Es falso que sea él quien debe 350 mil euros por fraude -aseguró Díaz Ayuso-. No sólo no debe nada sino que es Hacienda quien le debe.”
Y lo defendió: “Es un ciudadano particular que está siendo asediado por todo el poder de un Estado porque es mi pareja. ¿Hablaríamos de todo esto si no fuera mi pareja? ¿Cuántos millones de inspecciones fiscales hay al año?”
“Es una inspección sacada de quicio. Aquí no hay ninguna trama ni sociedades fantasma como se está diciendo -subrayó-. Es una persecución política escandalosa donde todo huele a turbio.”
Isabel Díaz Ayuso vive hoy con su pareja en un departamento de Chamberí que la prensa española valúa en cerca de un millón de euros.
“No es un piso (departamento) de un millón, no es mío, está hipotecado, está legal”, dijo ella este miércoles.
“Llevo viviendo de alquiler casi 20 años -agregó Díaz Ayuso-. Estoy acompañando a mi pareja viviendo en su domicilio. El es un particular y puede comprarse la vivienda que le venga en gana. Y yo tengo derecho a dormir en la cama que considere y no por eso me responsabilizo por nada.”
Menos fruta
“Le pido a la señora Ayuso más transparencia y menos fruta”, ironizó la portavoz del gobierno, Pilar Alegría, en alusión a la reacción que Díaz Ayuso tuvo el día en el que Pedro Sánchez fue investido presidente y aludió a “un posible caso de corrupción relacionado con la presidenta de la Comunidad de Madrid”. La referencia se refería al presunto enriquecimiento del hermano de la presidenta madrileña.
“¡Hijo de puta!”, exclamó por lo bajo Díaz Ayuso desde su asiento de invitada en el Congreso de los Diputados. Las cámaras, que la enfocaron cuando Sánchez la mencionó, registraron el movimiento de sus labios. Desde el entorno de Díaz Ayuso quisieron suavizar el exabrupto: “La presidenta dijo: ‘Me gusta la fruta’”, fue la justificación.
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