El insólito error de una azafata que habría causado el violento descenso de un avión de Latam

El misterio por el avión de Latam que se fue a pique unos instantes, causando una decena de heridos tras el golpe de varios pasajeros contra el techo, sigue causando intriga. Luego de poner el foco en posibles fallas técnicas, la última hipótesis apunta a un error humano, entre uno de los pilotos y una azafata en la cabina.

Así lo afirmó el diario Wall Street Journal, en base a fuentes de la industria que tuvieron acceso a la evidencia preliminar que arrojó la investigación del accidente.

El incidente ocurrió el pasado lunes cuando el aparato, un Boeing 787 Dreamliner, perdió altitud rápidamente cuando sobrevolaba el mar de Tasmania entre Australia y Nueva Zelanda, y propulsó al techo a todas las personas que no llevaban puesto el cinturón de seguridad. Era un vuelo que tenía como destino final Santiago de Chile.

Según el informe del diario norteamericano, que cita a funcionarios que hablaron en off, creen que un auxiliar de vuelo pudo haber apretado "por error" un interruptor en el asiento del piloto mientras servía la comida.

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El vuelo iba de Sídney a Chile, y el incidente ocurrió cuando restaba aproximadamente una hora de vuelo para la escala en Auckland.

Esto hizo que se active una función que le devolvió al piloto la conducción de la aeronave, la cual inmediatamente comenzó a irse a pique. Finalmente, el piloto recuperó el control y aterrizó el avión sano y salvo.

Varios pasajeros salieron disparados y golpearon los techos (Brian Adam Jokat)Varios pasajeros salieron disparados y golpearon los techos (Brian Adam Jokat)

Un pasajero declaró a los medios de comunicación que un piloto le había dicho que había perdido el control del avión cuando "los indicadores se me quedaron en blanco". Ese comentario sugirió un nuevo problema de seguridad para Boeing, que lleva años luchando con problemas de seguridad y calidad en torno a sus aviones comerciales.

Esta semana, los pasajeros del vuelo contaron cómo se vivieron esos instantes de desconcierto.

“No hubo turbulencias previas, simplemente navegamos sin problemas durante todo el camino. Me había quedado dormido y afortunadamente tenía puesto el cinturón de seguridad y, de repente, el avión cayó (…) Pensé que estaba soñando. Abrí los ojos y alguien estaba en el techo del avión boca arriba, mirándome. Era como El Exorcista”, contó Brian Jokat, un pasajero canadiense que habló con la cadena de radio neozelandesa RNZ sobre cómo vio a otro pasajero.

“De repente se apagó todo y (el avión) se fue de bruces, como una montaña rusa, y después subió”, contó Verónica Martínez, una pasajera que habló con la prensa chilena al llegar al Aeropuerto de Santiago.

“La gente que no iba con cinturón, que venía saliendo del baño, las mismas azafatas que andaban. Lo que más me impresionó fue que una señora detrás mío iba con un bebé, y yo vi volar el bebé. Fue terrible”, contó.

Otro pasajero, el chef Lucas Ellwood, contó a la agencia AFP que todo "ocurrió en un instante", dijo a la AFP. "El choque de la gente contra el techo provocó que se desprendieran las placas. El hombre detrás mío estaba en el baño cuando ocurrió, el pobre. Me explicó que había atravesado el techo", agregó.

Las autoridades chilenas no han precisado cuándo se tendrá una idea clara de lo que le pasó a ese avión mientras volaba en el espacio aéreo internacional, aunque según Mary Shiavo, exjefa de la Junta Nacional de Transportes de EE.UU., se podrá tener una idea clara de este incidente en unos 30 días cuando se analicen las evidencias y se presente el reporte preliminar de lo sucedido.

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