El intento de Argentina por anexar Georgia del Sur: La operación fallida que desató la Guerra de Malvinas

Argentina y una operación encubierta

Las viejas estaciones balleneras del Puerto Leith, Stromness y Husvik, ubicadas en Georgia del Sur (hoy Isla San Pedro), habían pasado a ser propiedad de Christian Salvesen, una antigua empresa naviera y ballenera de origen escocés, luego de cesar sus actividades en 1964. Sin embargo, más de diez años después, en 1979, el empresario argentino Constantino Davidoff -especialista en chatarra- cerró un trato con Salvesen para desmantelar las estaciones y vender el metal en Argentina.

Un grupo de obreros de la chatarra bajo las órdenes del empresario Constantino Davidoff había sido enviado a Georgia del Sur a desmantelar unas viejas estaciones balleneras. Entre ellos, se habían infiltrado algunos infantes de marina para llevar a cabo la

Un grupo de obreros de la chatarra bajo las órdenes del empresario Constantino Davidoff había sido enviado a Georgia del Sur a desmantelar unas viejas estaciones balleneras. Entre ellos, se habían infiltrado algunos infantes de marina para llevar a cabo la «Operación Alfa».

Un equipo de cuarenta personas enviadas por Davidoff desembarcaron en la isla, pero sin el permiso del gobierno británico (desobedeciendo una parte del acuerdo entre ambas empresas), por lo que su llegada fue considerada ilegal y reportada a la Foreign Office británica. Entre ellos, venían infiltrados infantes de marina haciéndose pasar por científicos (usando como cobertura el acuerdo de Davidoff) que desembarcaron en el Puerto Leith y plantaron una bandera argentina en la llamada «Operación Alfa», un intento por anexar las Islas Malvinas y Georgia del Sur.

 

Las tensiones entre Argentina y el Reino Unido cada vez se hacían más insostenibles, y el conflicto bélico ya era inminente. A todo esto, el presidente de facto Leopoldo Galtieri, deseoso de ganarse la opinión pública, acabaría enviando nuevamente tropas, pero esta vez a las Islas Malvinas para intentar capturarlas. Su táctica se cobraría las vidas de más de más de mil jóvenes argentinos.

 

El imperio contraataca

El gobierno británico de la Primera Ministra Margaret Thatcher llevó a cabo la «Operación Paraquet», movilizando una fuerza para recuperar tanto Georgia del Sur como las Malvinas, ubicadas a unos 900 kilómetros de distancia de la costa argentina. La operación implicó una cuidadosa planificación logística y militar, dado el desafío de operar en un entorno remoto y hostil.

Sin embargo, el 2 de abril de 1982 las fuerzas argentinas desembarcaron en las Malvinas, lo que llevó al gobierno británico a intensificar sus esfuerzos y terminó por desencadenar la Guerra de Malvinas. La estrategia incluyó la recaptura de Georgia del Sur y el 25 de abril, tras un intenso bombardeo naval, los Royal Marines llevaron a cabo una exitosa operación de asalto anfibio para retomar el control de la isla.

En respuesta a la toma de Georgia del Sur, los británicos emprendieron una operación para recuperar la isla. Al ver que Galtieri redoblaba la apuesta con tropas en las Malvinas, dio comienzo a la Guerra de Malvinas.

En respuesta a la toma de Georgia del Sur, los británicos emprendieron una operación para recuperar la isla. Al ver que Galtieri redoblaba la apuesta con tropas en las Malvinas, dio comienzo a la Guerra de Malvinas.

La victoria de las fuerzas inglesas en Georgia del Sur tuvo un impacto significativo en la opinión pública británica, pues el apoyo popular a Margaret Thatcher y su gobierno creció y se fortaleció. En cuanto a Galtieri, fue destituido y enfrentó un juicio por su gestión de la guerra, además de ser juzgado por violaciones de derechos humanos en el famoso Juicio a las Juntas (de las que fue absuelto en 1985).

Su muerte en enero de 2003, una década después de la muerte de Margaret Thatcher, marcó el final de una era en la historia argentina y británica.

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