El intento de Argentina por anexar Georgia del Sur: La operación fallida que desató la Guerra de Malvinas
El 19 de marzo de 1982, Argentina intentó desmantelar unas estaciones balleneras en Georgia del Sur, antigua propiedad de una empresa escocesa. El desembarco sin permiso de los obreros en la isla desencadenó tensiones con el Reino Unido, con profundas consecuencias militares para Argentina y su futuro político.
Argentina y una operación encubierta
Las viejas estaciones balleneras del Puerto Leith, Stromness y Husvik, ubicadas en Georgia del Sur (hoy Isla San Pedro), habían pasado a ser propiedad de Christian Salvesen, una antigua empresa naviera y ballenera de origen escocés, luego de cesar sus actividades en 1964. Sin embargo, más de diez años después, en 1979, el empresario argentino Constantino Davidoff -especialista en chatarra- cerró un trato con Salvesen para desmantelar las estaciones y vender el metal en Argentina.
Un equipo de cuarenta personas enviadas por Davidoff desembarcaron en la isla, pero sin el permiso del gobierno británico (desobedeciendo una parte del acuerdo entre ambas empresas), por lo que su llegada fue considerada ilegal y reportada a la Foreign Office británica. Entre ellos, venían infiltrados infantes de marina haciéndose pasar por científicos (usando como cobertura el acuerdo de Davidoff) que desembarcaron en el Puerto Leith y plantaron una bandera argentina en la llamada «Operación Alfa», un intento por anexar las Islas Malvinas y Georgia del Sur.
El imperio contraataca
El gobierno británico de la Primera Ministra Margaret Thatcher llevó a cabo la «Operación Paraquet», movilizando una fuerza para recuperar tanto Georgia del Sur como las Malvinas, ubicadas a unos 900 kilómetros de distancia de la costa argentina. La operación implicó una cuidadosa planificación logística y militar, dado el desafío de operar en un entorno remoto y hostil.
Sin embargo, el 2 de abril de 1982 las fuerzas argentinas desembarcaron en las Malvinas, lo que llevó al gobierno británico a intensificar sus esfuerzos y terminó por desencadenar la Guerra de Malvinas. La estrategia incluyó la recaptura de Georgia del Sur y el 25 de abril, tras un intenso bombardeo naval, los Royal Marines llevaron a cabo una exitosa operación de asalto anfibio para retomar el control de la isla.
La victoria de las fuerzas inglesas en Georgia del Sur tuvo un impacto significativo en la opinión pública británica, pues el apoyo popular a Margaret Thatcher y su gobierno creció y se fortaleció. En cuanto a Galtieri, fue destituido y enfrentó un juicio por su gestión de la guerra, además de ser juzgado por violaciones de derechos humanos en el famoso Juicio a las Juntas (de las que fue absuelto en 1985).
Su muerte en enero de 2003, una década después de la muerte de Margaret Thatcher, marcó el final de una era en la historia argentina y británica.
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