Que la salud privada en San Juan está en crisis no es una novedad. Hace un mes Carlos Bordes, presidente del Colegio Médico, aseguró a Tiempo de San Juan que el sector se encontraba en “terapia intensiva”. Con el paso de los días la situación empeoró a tal punto que hay preocupación entre los propietarios de clínicas y sanatorios, y por estas horas se encuentran estudiando medidas para sostener la actividad.
“El sector está totalmente comprometido en una situación muy grave donde no estamos cobrando lo que realmente deberíamos cobrar desde las obras sociales para poder seguir manteniendo un nivel prestacional básico”, aseguró Bordes.
No solo el pago de las obras sociales desfasado y atrasado (el general de las obras sociales paga a los 60 o 90 días de brindada la prestación) afecta al sector, sino también la falta de pacientes. Conforme a los datos que manejan en el Colegio Médico, registran una caída del 40% de pacientes que atendían con obra social, que se han volcado a la salud pública por un tema de costos. Esto, sumado al incremento de los costos, obliga a los dueños de clínicas y sanatorios a analizar diversas alternativas para salir adelante y continuar con una prestación de servicio lo más digna posible.
“Se está analizando en todos los sanatorios la diversidad de alternativas para ver cómo seguimos entre todos. Una de ellos es hasta fusionarse, ver cómo. Nos podemos fusionar de alguna forma o en algunos aspectos para seguir optimizando el gasto de algo que no se debería hacer, porque vos tenés que dar una prestación como corresponde y se deberían pagar como es. Se están buscando todas las alternativas”, comentó.
Bordes dejó en claro que todos los esfuerzos del sector están puestos en sostener la calidad de la prestación, pero el panorama es cada vez más complicado. Incluso comentó que sólo en el Hospital Privado la última factura de energía eléctrica fue de 8 millones de pesos, cuando la anterior fue de 4 millones. Sobre esto, el médico reflexionó: “Acá hay una realidad, y es que nos tenemos que sincerar. Yo no culpo a nadie, pero sí a un sistema de salud que lo tenés que analizar de todo punto de vista. Yo no puedo seguir teniendo una clínica abierta cuando vos me pagás por debajo de lo que yo necesito, no para ganar plata, sino para poder seguir con el sanatorio abierto”.
Por otro lado, el representante del Colegio Médico confirmó que el servicio de internación del CIMYN continuará cerrado, ya que no pueden afrontar los costos, y no descartó que otros servicios se vean afectados en el ajuste. Si bien los esfuerzos están puestos en afectar lo menos posible la prestación, al no avizorar soluciones en el corto plazo, no solo servicios se ven en riesgo, sino también sanatorios que no podrán continuar con las puertas abiertas de profundizarse la crisis.
“La situación es crítica y genera mucha angustia”, reflexionó Bordes.
La demanda en salud pública de pacientes con cobertura, cada vez más elevada
La tendencia es cada vez más creciente entre los pacientes que pese a contar con cobertura de obra social, se vuelcan al sistema de salud pública para la atención médica, sea cualquiera especialidad.
Esto se debe, entre otras cosas, a los costos que están manejando las prepagas. “Le suben la cuota a la gente un 40%, la gente no puede pagar ese 40%, y empiezan a cambiar de planes o a ir a las sindicales nuevamente, o terminan en algunos casos, cuando son de menor valor o menor poder adquisitivo, en el hospital porque no pueden pagar lo que el médico cobra, o lo que la institución le debe cobrar para seguir viviendo, porque las obras sociales no le pagan los valores que corresponden. Entonces, es una situación que lleva a salud privada a estar en terapia intensiva”, aseguró Bordes.
Además, hoy en día una consulta particular promedio ronda entre los $10.000 a los $15.000. Si además de eso hay que sumar los estudios y remedios que se deben realizar y adquirir para mejorar el cuadro de salud, los costos son más elevados y la salud pública resulta ser la opción más conveniente si se mira desde el punto de vista económico.
“Creo que hay que tomar una decisión política desde el gobierno en cuanto a planificación y tomar conductas en forma inmediata a mediano plazo y a largo plazo, pero esto tiene que cambiar. El tema que el proyecto puede ser muy bueno a largo plazo, pero nadie va a estar con vida a largo plazo. Entonces se tienen que tomar las decisiones inmediatas, que es salir a oxigenar el sector de alguna forma, y después hacer todo lo que es estrategias y proyectos a mediano y a largo plazo para cambiar esta situación de salud”, finalizó Bordes.
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