Un oficial ayudante fue echado de las filas de la Policía de San Juan por embaucar con un préstamo a un agente, a quien dejó con la deuda y nunca le dio un peso. Consideraron que cometió una falta grave porque causó un perjuicio económico a un subalterno e incumplió sus deberes de funcionario, por lo que se hizo merecedor de la cesantía.
El agente aseguró que no pudo decirle que no, dado que Palacio era su superior. En 2019, ambos eran compañeros en la Unidad Operativa Centenario, en Chimbas. Y según la denuncia, a los meses le llegó una citación del Quinto Juzgado de Paz y le comunicaron que el oficial no había pagado el préstamo, de modo que él tenía que responder.
Molina declaró que para ese entonces ya no veía a Palacios y trató de contactarlo, pero no lo localizó. En septiembre de 2022 le llegó la intimación de un embargo por 135 mil pesos producto del préstamo no cancelado.
En principio, Palacio negó haber sacado ese préstamo, posteriormente dijo que iba a pagar la deuda y se reuniría con el agente. Nada de eso pasó. Eso motivó la denuncia administrativa de Molina y el inicio del sumario interno contra el oficial, además de que lo suspendieron.
Pese a todo, el oficial Palacio no arregló sus cuentas y tampoco se presentó a hacer su descargo. En cambio, el agente declaró administrativamente y aseguró que el oficial jamás se contactó con él, tampoco canceló la deuda y él mismo tuvo que cubrir todo con su plata.
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