El saliente presidente de Cataluña, Pere Aragonès, anunció este lunes en rueda de prensa que no tomará posesión de su acta de diputado en el Parlament tras la debacle de ERC (Esquerra) en las elecciones del domingo, y que se retira de la primera línea de la política.
No ocupará el escaño que le correspondía. Afirmó que las elecciones “son un cambio” para su partido y para Cataluña y dejó en manos de Salvador Illa, del Partido Socialista (PSC) y ganador de la elección, y a Carles Puigdemont (Junts) toda la presión para que formen un nuevo gobierno entre ellos, algo que hasta hoy tanto el socialista como el posconvergente han descartado por completo.
El presidente de la Generalitat ha dejado claro nuevamente que Esquerra no formará parte de un nuevo govern. Y remarcó que ERC no está “para facilitar una investidura del PSC y no participaremos de operaciones que necesitan del acuerdo de Junts y del PSC”.
Elecciones de enorme expectativa
En unas elecciones catalanas de enorme expectativa y, por primera vez en décadas, para nada predecibles, el socialismo catalán resultó ganador y abre la posibilidad a liderar un gobierno de izquierda.
El bloque de los partidos independentistas, por su parte, no alcanzó a sumar la mayoría necesaria para garantizarse un ejecutivo soberanista y deja en el aire la chance de forzar una repetición electoral.
Con el 27,9 por ciento de los votos, Salvador Illa, ex ministro de Salud de Pedro Sánchez y candidato del Partido Socialista de Cataluña, fue el elegido por la mayoría de los catalanes, aunque esta victoria no le garantice convertirse en el próximo presidente de la Generalitat.
Pere Aragonès vota junto a su hija y su mujer. Foto: AP
Según informa este lunes La Vanguardia, al líder de ERC se lo vio en algún momento de su comparecencia algo resentido con estas dos formaciones, sobre todo cuando admitió que “la oposición al Govern representada por el PSC y Junts ha ganado” para luego recordar que el bloqueo por parte de ambos a su Ejecutivo “ha impedido que salieran adelante las transformaciones” que los republicanos habían planteado desde el principio de su mandato, en mayo del 2021. “Es por esto que ahora les corresponde a ellos gestionar el nuevo escenario”, dijo.
“Por responsabilidad con el país y con el partido que represento hoy he comunicado a la permanente nacional de Esquerra Republicana que no tomaré el acta de diputado y que abandonaré la primera línea política”, anunció. El jefe del Govern subrayó que empieza una nueva etapa y centrará sus esfuerzos en facilitar una transición desde el Govern en funciones. Pero también en su partido desde su cargo como coordinador nacional para “cerrar un ciclo electoral de malos resultados y contribuir a abrir un nuevo ciclo de crecimiento”.
Con información de La Vanguardia y Clarín corresponsal en Madrid.
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