Funes de Rioja: Qué reclaman y qué apoyan los industriales en el gobierno de Milei

El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) Daniel Funes de Rioja dio cuenta de las coincidencias de las cámaras que agrupa a los industriales del país, reunidos en Mendoza, en la necesidad de que se produzcan nuevos cimientos legales para la economía. En ese punto, dio cuenta del trabajo para que se incorpore un incentivo a las industrias nacionales, particularmente las pymes. «No es proteccionismo», aclaró, como puede leerse más abajo. Además, valoró el trabajo de la entidad que preside en dialogar con los jóvenes en las universidades. «No queremos que se vayan», sostuvo, pero no solo por un factor sentimental o romántico: «Sin jóvenes no solo no tenemos futuro, sino que ni siquiera cubrimos los números de la seguridad social». 

En el medio, analizó cada uno de los factores, más claros o más oscuros, que empiezan a identificarse en el camino de inicio de la gestión de Javier Milei.

El dirigente, en un paréntesis de su diálogo con los medios de Mendoza, negó que sea «proveedor» de funcionarios del gobierno de Javier Milei. El influyente industrial acredita toda una vida de relacionamiento con empresas y política a lo largo de la nueva democracia, desde 1983 y ha sido señalado como el «padrino» del nuevo titular de Aduanas, Eduardo Mallea, hombre del estudio jurídico Bruchou & Funes de Rioja.

Sin embargo, el dirigente desmintió tajantemente su influencia en este sentido. «No soy proveedor de nada», dijo en diálogo con Memo y otros medios en su visita a Mendoza para liderar un encuentro federal de la UIA. El dirigente gremial empresario dijo que «hoy soy el presidente de la Unión Industrial y no propongo ni sugiero funcionarios, ni proveo de nada al Estado«, evidentemente contrariado por la pregunta.

El asunto detrás de la indagación está en los traspiés, errores propios e idas y vueltas que se verifican en la gestión de Javier Milei y la necesidad de saber si se trata de amateurismo, falta de capacidad o bien, de que es temprano para evaluar al Gobierno.

Funes de Rioja reconoció, entonces que «la complejidad de la situación Argentina es grande». «No es sencillo actuar sin cometer errores. De todo modo, no sirven las reacciones emocionales. Hay que dar tiempo», recomendó.

De todos modos, trazó cierta convicción de certeza en la política monetaria, a pesar de los vaivenes, y más incertidumbre en otros aspectos, como el de la infraestructura, que fue uno de los hits que se abordaron en la sesión de todas las cámaras industriales del país en Mendoza.

En este punto, Funes de Rioja citó el trabajo que realiza el «Consejo de Infraestructura» de la UIA y consideró su confianza en que los problemas vigentes para la circulación de productos por el país y también para exportar e importar, «se solucionarán con mucho trabajo ante organismos internacionales y con las empresas privadas». Claro, una vez que se ordene el Estado y se habiliten las nuevas posibilidades y modalidades de afrontar obras de gran escala, sin obra pública.

Dos polos de crecimiento

 

Funes de Rioja identificó a dos factores de crecimiento económico: Vaca Muerta y la minería, con el litio como protagonista. Citó un caso paradójico: el crecimiento del sector minero vinculado al litio que -sostuvo- se está «comiendo» a la logística, ya que se llevan los camiones disponibles y muchas economías regionales no tienen con qué movilizar su producción.

Sobre la producción hidrocarburífera consideró que «Vaca Muerta es la gran apuesta» porque «hay 1.500 pymes detrás».

Incentivos para afuera y hacia adentro

El dirigente empresario dio cuenta de una tarea de evangelización de los industriales, aquellos que producen en el país productos con valor agregado, ante los cambios que se imponen en una realidad que ha venido siéndole adversa al sector, pero, además, por la situación general del país.

Destacó la relación comercial con Brasil, por ser el socio comercial más importante: «Tenemos que cuidar el flujo comercial impo/expo», subrayó. «La política -dijo- no nos concierne como industriales, sino como ciudadanos», abriendo el paraguas ante la posibilidad de que precipitaran consultas sobre la actitud del gobierno nacional ante la política internacional.

 

En torno a las leyes que el Gobierno reclama y la discusión en torno a su incidencia en la economía, Funes de Rioja sostuvo que «coincidimos con los contenidos de las leyes que plantea el Gobierno» y diferenció, una vez más: «Los instrumentos jurídicos son responsabilidad del Estado, no de nosotros».

 

En ese sentido, dijo que han dado su opinión en el Congreso. «Nos hemos reunido con todos los sectores legislativos que se han querido reunir con nosotros», afirmó. Y remarcó con fuerza que «tiene que haber una Ley de Bases para las grandes inversiones en Argentina, pero también debe haber incentivos y promoción de la industria argentina, en particular de las pymes». 

Un dato fuerte sobre el cual se respaldó fue que las pymes representan en el mundo un promedio del 60% de la fuerza industrial, pero que «en Argentina son el 90%, con empleo formal y de calidad». De allí la potencia que el encuentro de la UIA le puso al tema de trabajar una normativa de incentivos fiscales hacia adentro, además del RIGI, que promocionará la inversión extranjera.

 

Confirmó que «están trabajando los equipos de la UIA en una ley» y una vez más, se atajó: «No es proteccionismo lo que buscamos, sino nivelar la cancha». ¿Por qué hacer algo especial para el sector? Funes de Rioja informó que «la presión nominal es una cosa, y la real y efectiva sobre los que pagan, que son el 30%, están contribuyendo con tasas de más de 50% en el proceso industrial hasta salida de fábrica».

 

«No queremos privilegio», insistió. «No hay ningún país que no tenga regímenes de incentivo. En el caso argentino, el problema de la informalidad laboral es tremendo», redondeó.

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