El niño que esquiaba en los Alpes y ahora se convirtió en el mejor tenista del mundo

El niño que esquiaba en los Alpes y ahora se convirtió en el mejor tenista del mundo

Tiene nombre y apellido germánico. Nació y se crió en una zona de Italia en la que se habla más alemán que italiano: en los pueblitos y ciudades de la provincia autónoma de Bolzano (también llamada Südtirol), los carteles de las calles están en esos dos idiomas y muchas personas se resisten a hablar en italiano (e incluso a reconocerse como tales). De ahí, de ese vértice de los Alpes donde convergen varios países europeos, surgió el nuevo número uno del ránking ATP: Jannik Sinner.

Como el español Carlos Alcaraz (21 años), que ayer le ganó las semifinales de Roland Garros o el griego Stefanos Tsitsipas (25), Sinner (22) es uno de los tenistas que lidera la generación que llega después de la hegemonía que durante dos décadas sostuvieron el suizo Roger Federer, el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic, acaso los tres tenistas más importantes de la historia (al menos si lo medimos por cantidad de Grand Slams ganados), que encima fueron contemporáneos.

En San Candido, entre la nieve y las montañas, Sinner practicó durante toda su infancia deportes como el esquí alpino. De hecho, a los ocho años ganó un campeonato nacional de esquí, aunque eso no le impidió continuar con el deporte que más le gustaba jugar: el tenis. “Al esquiar debes descender una colina durante unos 90 segundos. Si cometes un error, estás acabado”, comparó Sinner una vez. “En el tenis podés jugar durante dos horas, cometer muchos errores y sin embargo ganar el partido”.

Esto no les gusta a los autoritarios El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad. Hoy más que nunca Suscribite

Sinner decidió dedicarse exclusivamente a la raqueta a los trece años, cuando se mudó a Bordighera, en la región de Liguria, donde terminó de aprender a hablar ese idioma: como en San Candido el alemán se impone al italiano, Sinner adquirió por completo el idioma de su país. Es una de las tantas cosas que le debe al tenis (aunque quizás eso no le importa). En Bordighera ingresó en la academia de Riccardo Piatti, donde también pasaron jugadores de la talla de Djokovic, Ivan Ljubicic , Richard Gasquet y Milos Raonic. Sinner estaba solo, sin sus padres, y lejos de su casa. A diferencia de otros número uno del mundo, no tuvo grandes logros en su carrera como junior.

Su carrera tuvo un punto de inflexión en 2019, cuando fue condecorado en los Premios ATP como Irrupción del Año. También le dieron el premio al Mayor Progreso del Año (2023) y Favorito de los Aficionados (2023).

Sinner juega e impone su físico y su ritmo. Es una máquina más alemana que italiana. Pero una máquina que no transmite lo que transmitían los genios de este siglo que ya se retiraron o están por retirarse. Según lo que le dijo al sitio oficial de la ATP, el golpe favorito de Sinner es su revés, su superficie preferida es la pista dura y su torneo soñado es el US Open.

Conquistó su primer Grand Slam en el Abierto de Australia 2024 y se convirtió en el primer jugador italiano –hombre o mujer– en levantar ese Grand Slam. A ese honor, esta semana le sumó uno mayor: será, desde este lunes, el primer italiano en llegar a la cima del ranking mundial de tenis.

Gustos y triunfos

◆ Con 22 años lleva ganados 13 títulos en toda su carrera y acumula premios por más de 21 millones de dólares.

◆ En este 2024 ganó tres torneos ATP: el Masters de Miami, en Rotterdam y el Grand Slam de Australia. Por eso asegura que su superficie favorita es el cemento o la carpeta.

◆ Dice que su mejor virtud es mantener la calma.

◆ Disfruta jugando al fútbol y es seguidor del AC Milan.

◆ Su ídolo de infancia era Roger Federer.

Comments are closed.