El ex empleado del Ministerio de Educación que fue acusado de inventar cargos para cobrar sueldos de manera ilegal fue condenado este martes a 2 años de prisión en suspenso, por lo que continuará en libertad.
En el marco de un juicio abreviado, Marcos Matías González Milanich aceptó el delito de defraudación contra la administración pública y, a través de su defensa oficial, acordó la pena con la fiscalía, representada por Iván Grassi.
El castigo que fue homologado por el juez de Garantías Matías Parrón también prevé inhabilitación permanente a ocupar un cargo público, lo que supone que el sentenciado nunca más podrá adquirir un cargo dentro del Estado.
A principio de año, se había conocido la resolución del Poder Ejecutivo -por Boletín Oficial- que lo despidió luego de que el mismo acusado reconociera que se había quedado con un dinero que no correspondía porque atravesaba una crisis económica.
La maniobra fue descubierta en 2018 y a partir de ese momento los funcionarios de la cartera abrieron un sumario administrativo que derivó con la peor sanción para el empleado, que fue expulsado por incumplimiento en sus deberes y por haber generado un perjuicio a las arcas públicas.
González Milanich trabajaba con categoría 12 en el área administrativa y de liquidación de sueldos de la zona R. Esto le permitía ingresar al sistema y cargar los sueldos del personal, fue así que aprovechó el cargo que desempeñaba para generar liquidaciones a su nombre por horas o cargos en dos escuelas de Pocito y otra de Rawson durante 2018.
Cuando quedó al descubierto, detectaron un pago irregular por 29.915 pesos por tareas realizadas en la Escuela Batalla de Tucumán y otros 29.915 en la Escuela Pedro Álvarez, en el mes de junio de 2018. Constaron que hizo lo mismo con otros 12.280 pesos por supuestas labores en la Escuela Albergue Juan Manuel Estrada, en marzo de ese año. Por otra parte, surgió la sospecha que ya había hecho algo similar en 2014 por otra liquidación de 1.850 pesos.
En la investigación se desechó esta última imputación, no así por los otros pagos que generaron un perjuicio de más de 72 mil pesos por las liquidaciones irregulares a su nombre. Los registros estaban a la vista, de modo que González Milanich tuvo que resignarse y reconocer que cometió esas maniobras indebidas. Ahora, le cayó el peso de la justicia.
