El arzobispo de San Juan invitó a reconocer la ancianidad como «una estación para seguir dando frutos» e invitó a leer el mensaje papal para la II Jornada Mundial de los Abuelos y los Adultos Mayores.
“Vivir es hermoso y fascinante, aunque nunca estamos exentos de sufrimientos. Ser partícipes del gozo del nacimiento de un niño, verlo crecer, aprender a caminar, expresar las primeras palabras, comenzar la escuela… De pronto la mamá o el papá se sorprenden al verlo ya adolescente. Varias veces decimos ¡el tiempo pasa volando!”. Así empezó su reflexión semanal monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).
El arzobispo sanjuanino afirmó que “algo semejante, pero con más lentitud aunque inexorablemente, sucede con la ancianidad” y profundizó: “A pesar de que llega después de un largo camino, ninguno nos ha preparado para afrontarla, y casi parece que nos tomara por sorpresa”
Monseñor Lozano contó que hace tiempo se encontré con una amiga que hacía años no se veían y le preguntó: “¿cómo andás?” y me contestó: “muy bien, envejeciendo”.
“Me llamó la atención la simplicidad y franqueza de la respuesta”, reconoció, y agregó: “No es una etapa de fácil comprensión ni aceptación. ‘Estamos tentados de exorcizar la vejez escondiendo las arrugas y fingiendo que somos siempre jóvenes’”.
“Nos ha creado el Dios de la vida y es Él quien mantiene todo el Universo en la existencia; también una vida prolongada”, recordó.
Monseñor Lozano consideró importante reconocer que “la ancianidad no es un tiempo inútil en el que nos hacemos a un lado, abandonando los remos en la barca, sino que es una estación para seguir dando frutos. Hay una nueva misión que nos espera y nos invita a dirigir la mirada hacia el futuro”.
“Es el tiempo de rezar por los hijos, los nietos, la familia, los amigos. El corazón está repleto de rostros detrás de los cuales hay historias que sanar, dones que agradecer”, sostuvo.
El secretario general del Celam destacó que este fin de semana se celebra la II Jornada Mundial de los Abuelos y los Adultos Mayores, en cercanía con la fiesta de Santa Ana y San Joaquín, abuelos de Jesús, por lo que invitó a leer el mensaje del papa Francisco para esta ocasión que tiene como lema una frase de un salmo: “En la vejez seguirán dando frutos”
