Este gobierno sigue hasta el 10 de diciembre

Hasta el 10 de diciembre, el Poder Ejecutivo Nacional sigue estando bajo el comando de este gobierno. Lo que hagan, digan, omitan, terminen o comiencen sigue teniendo impacto sobre todos los argentinos. No es poca cosa. Y con el barco de la Argentina transitando aguas muy convulsionadas, los riesgos son grandes.

Se requerirá madurez política, ya que los incentivos no están bien alineados. El Gobierno no gana nada haciéndose cargo de los propios problemas que generó y aliviándole la carga al próximo. En cambio, parecería convenirle decir que: “a partir de ahora, todo lo que ocurra es responsabilidad de La Libertad Avanza”, y desligarse de la situación.

Pero eso es lisa y llanamente falso. La herencia hasta el día de hoy es sumamente compleja y la administración actual tiene su gran cuota de responsabilidad.

La inflación es la más alta en 32 años, corriendo a una tasa cercana al 200% anual. Incluso con controles de precios y congelamientos, que no significan más que esconder la depreciación del peso. Regulaciones que han provocado escasez y desabastecimiento, hasta en productos básicos como combustibles, insumos médicos y algunos alimentos.

El poder adquisitivo de los argentinos ha tenido una fuerte caída. Hace apenas cinco años, el salario promedio era de unos 1.500 dólares. Hoy se encuentra en torno a los 350 dólares. La tasa de pobreza alcanza al 43% de la población. Y 50% de los niños menores de 14 años viven en hogares pobres.

El cepo cambiario distorsionó los mercados, con una brecha que supera el 150%. Algo que también chocó de frente al comercio exterior, que terminó cubierto de regulaciones discrecionales.

La deuda pública llegó a su máximo histórico, tocando los 419.000 millones de dólares, casi 100.000 millones más que en diciembre de 2019. Las reservas internacionales del Banco Central cayeron a su menor nivel desde el 2005, pero descontando los pasivos de corto plazo, son negativas en 10.000 millones de dólares, su peor récord histórico. Hay futuros de dólar por unos 4.500 millones de dólares. Y la deuda con importadores llega a los 25.000 millones de dólares. De frutilla del postre, el juicio por la estatización de YPF aportaría otros 16.000 millones.

El Estado no solo llega endeudado, sino con los balances en rojo. El déficit fiscal este año será mayor que en 2022, aunque el programa con el FMI, firmado por este gobierno, apuntaba a ir en el sentido contrario. En total, el primario estimamos superará el 3% del PBI y el total estará cerca del 5%. El populismo electoralista del ‘plan platita’ acarreó un costo fiscal de 1,1% del PBI y arrastra para 2024 otro 0,8% del producto por la eliminación de Ganancias.

A partir de ahora los movimientos de las variables económicas estarán morigerados por un manto de expectativas de cambio positivo, que el país se acercará hacia un modelo de economía libre, como ocurrió en 2015. Esto le da a La Libertad Avanza el poder de empezar a moldear la realidad económica argentina en base a los anuncios y los nombres. Cuántas más señales se den sobre que se apostará por ir a un país normal, mejor será el desempeño económico argentino.

No menos cierto es que lo que haga el gobierno actual entre hoy y el 10 de diciembre nos acercará o alejará a una crisis hiperinflacionaria. Los funcionarios y referentes del actual gobierno siguen jugando este partido. Si queremos que a Argentina le vaya bien, es imprescindible jueguen con responsabilidad.

Eugenio Marí es economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso

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