‘Estaremos en modo pausa durante un tiempo’, dijo el gobernador Sergio Uñac este jueves en el acto inaugural del nuevo hospital de Rodeo. Por primera vez jugó con la idea del regreso al Poder Ejecutivo, incluso antes de entregarle los atributos a Marcelo Orrego. Pese a la caída sufrida en 2023, el uñaquismo empieza a figurar un escenario de retorno en 2027.
Nótese la rigurosidad de la terminología: es una conjetura del uñaquismo y solo del uñaquismo. El peronismo está transitando una crisis importante y las expresiones internas se multiplican. Pero en este justicialismo alicaído, los más fieles al gobernador sacan cuentas y ensayan argumentos para fortalecer su figura antes de que otro le haga sombra. Habrá que observar detenidamente las reacciones.
‘Sergio en persona no perdió ninguna elección, la única vez que fue candidato ganó’, analizó un cercano colaborador esta semana. Se refirió, lógicamente, a la victoria obtenida el 22 de octubre por las bancas para el Senado. Por un margen muy ajustado, Uñac logró retener las dos bancas para el justicialismo, dejándole la restante al libertario Bruno Olivera.
Esa lectura de triunfo en la derrota contrasta con otras miradas internas que le imputan a Uñac su cuota de responsabilidad por el resultado del 2 de julio. Ese día se puso en juego la gobernación y la lista del oficialismo, encabezada por su hermano Rubén, quedó tercera en el escrutinio. Incluso terminó por debajo de José Luis Gioja. La sumatoria de ambos no alcanzó para contrarrestar a Orrego.
Para muchos esto ya es historia. Pero en el interior del PJ es material de debate y estará muy fresco cuando en marzo de 2024 deba renovarse la conducción partidaria. Los operadores uñaquistas coinciden en señalar que Sergio no tiene vocación de continuar como presidente de la fuerza política. Está dispuesto a dejarle el paso a los dirigentes territoriales, a los intendentes.
Su gesto obligaría a Gioja a tener una actitud semejante. La generación de los sub 50 de uno y otro lado vienen manteniendo conversaciones hace tiempo y militan la unidad. Esta semana lo dijo taxativamente el intendente de San Martín, Cristian Andino, en Banda Ancha: no pueden imaginarse en una nueva confrontación. El costo de las tensiones internas resultó demasiado elevado.
Pero que Uñac deje la presidencia del partido no significa su retiro ni nada que se le parezca. Este jueves en Rodeo dio señales claras en su discurso como tal vez no lo había hecho hasta ahora.
El 10 de diciembre asumirá como senador e inmediatamente tendrá que ponerse en acción. El presidente Javier Milei adelantó que mandará un conjunto de proyectos de ley para su tratamiento urgente en el Congreso. Todavía no hay mayores detalles al respecto pero se descuenta que vendrá un fuerte achicamiento del gasto público. Ajuste.
‘Desde donde esté, voy a seguir siendo una herramienta de trabajo, de gestión, para que San Juan siga creciendo’, dijo Uñac este jueves frente al atril. Estará integrado al bloque justicialista de la Cámara Alta, pero sería esperable que mantenga el alto perfil para no perderse en la muchedumbre.
‘Me voy a poner en modo pausa desde lo Ejecutivo’, dijo Uñac. ‘Yo no me quise poner en pausa ni la sociedad tampoco me puso en pausa porque votó en consecuencia’, señaló sin necesidad de aclaración. Responsabilizó a la Corte Suprema por el resultado electoral del 2 de julio. Le atribuyó al máximo tribunal la victoria de Juntos por el Cambio.
Pero el impedimento legal fue solo para ese comicio. En 2027 todo puede suceder. Mientras tanto, Orrego tendrá la difícil tarea de sobrellevar una administración en estanflación. Precios en alza y caída de la actividad económica es la promesa de Milei para los próximos 18 a 24 meses. Lo que preocupa a Marcelo puede ser alentador para Sergio. Inversamente proporcional.
‘Estaremos en modo pausa durante un tiempo, estaremos visitando muchas veces este departamento’, prometió Uñac bajo el sol iglesiano. Fue un mensaje también para quienes tengan intenciones de disputarle protagonismo dentro del PJ. ¿Hace falta dar nombres?
El orreguismo no es indiferente a estos movimientos. La derrota de Sergio Massa el 19 de noviembre fue celebrada, precisamente porque entendieron que le cortaba el camino a Uñac hacia el gabinete nacional. Ahora será solo un senador. No es poco, pero su influencia será bastante menor como legislador de la oposición en un gobierno libertario.
Uñac y Orrego compartieron mesa este miércoles en el Ministerio de Economía de Nación, cuando Massa confirmó el envío de aportes del tesoro a las provincias para salvarles el fin de año. La relación entre el gobernador que se va y el gobernador que llega ha sido cordial hasta ahora. Hubo tensiones, pero lograron sobrellevarlas.
Orrego necesitará de Uñac, en tanto y en cuanto Uñac conserve su autoridad política en el bloque justicialista de la próxima Legislatura. Ese condicionamiento será una de las marcas del período que comenzará este 10 de diciembre. Para aprobar las leyes, el oficialismo necesitará negociar permanentemente con la oposición. Ambos tendrán mucho en juego.
En breve se podrá apreciar a qué se refiere Uñac cuando habla de ponerse en ‘modo pausa’. Con seguridad, decir adiós no es irse.
gentileza: canal 13 san juan
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