Acorde comentaron fuentes allegadas, el problema se presentó por la designación de la Cámara de Diputados de los nuevos jueces, fiscales y defensores oficiales que formarán parte del Poder Judicial. Los nombres de los elegidos no cayeron bien entre los integrantes de ASAP, dado que sostenían que estaban vinculados con el uñaquismo y el peronismo, y por ello pedían que las autoridades que los representaban emitieran un comunicado para repudiar las designaciones.
Sin embargo, Castro y Uzair se opusieron a firmar una nota pública de tal estilo, en la que se pretendía calificar como vergonzosa a la elección de los 14 nuevos funcionarios y, ante las presiones recibidas, directamente dimitieron. Las fuentes señalaron que los dirigentes no estaban dispuestos a hacer un «papelón por un ego herido», ya que además de mostrarse en desacuerdo con la designación la expresión que se pedía resultaba ofensiva para los designados.
«No se puede salir a decir que los eligieron por su color político, que su mérito es ser uñaquista o peronista. No se puede obligar a nadie a poner la firma o la cara frente a semejantes expresiones», manifestaron las fuentes sobre los argumentos de Castro y Uzair para dejar sus cargos en la asociación.
Hace tres años atrás, casualmente quienes dieron un paso al costado el jueves por la noche fueron los fundadores -junto a otros letrados- de la entidad que fue pionera en la región y que, desde su creación, mantuvo diversos encuentros y acuerdos con las autoridades de la Corte de Justicia y del Ministerio Público.
Este viernes se celebró la asamblea de ASAP en la que se conocieron las renuncias y la noticia generó asombro entre sus miembros. Fuentes vinculadas a los hechos comentaron que en las próximas horas debería conformarse un triunvirato que se haga cargo de la situación y defina el futuro de la institución.
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