Si la inflación anual en Chile cerró 2023 en un 3,9%, la variación en el caso de la categoría Restaurantes y Hoteles llegó hasta un 7,6%. Alimentos y bebestibles consumidos fuera del hogar, por su parte, se elevó un 8,6%. En el vecino país analizan los altos precios que hacen restrictiva la posibilidad de comer afuera.
De acuerdo a lo que indica Emol, las cifras llaman la atención porque algunas divisiones relacionadas al rubro gastronómico cayeron en diciembre.
El comparador de precios «Preciosmundi» sí pone a Chile como un país en el que el valor de salir a un restaurante es elevado. Una «Comida para dos en restaurante a la carta» en el vecino país cuesta en promedio US$45,18. En Perú el mismo ítem se encuentra por US$27, y en Brasil por US$30,90. Uruguay presenta una cifra más elevada: el producto aparece por US$51,09.
El ítem «Comida en un restaurante barato» también es elevado en Chile, según la plataforma. Se obtiene, en promedio, por US$8,70, en Perú por US$3,24 y en Brasil por US$6,18. En Uruguay el valor se escapa y alcanza los US$14,05.
«El costo asociado a comer en un restaurante responde a diversos factores, pero en lo grueso las estadísticas muestran que en Chile hay un mayor precio asociado al servicio de restaurante», dijo a Emol Rodrigo Montero, decano de la facultad de administración y negocios de la Universidad Autónoma.
Máximo Picallo, presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), explica que «los precios de los restaurantes traen un rezago de una inflación muy alta que tuvimos durante un periodo muy largo, de más del 20%».
Señala, en esa línea, que al sacar el IPC solo considerando alimentos, se puede explicar el aumento de costos con el que han tenido que enfrentarse los restaurantes.
José Uribe, académico Facultad de Economía USS, ofrece otra explicación. A su juicio hay que mirar el Índice del Precio al Productor (IPP). Este, señala, desde diciembre de 2022 hasta noviembre de 2023, «ha aumentado un 30%, lo que es un alza considerable».
Añade, con el objetivo de precisar, que «si el IPP, de ganadería y agricultura, ha subido un 30%, eso puede afectar claramente a los restaurantes». Uribe alude también a otros factores y redondea: «si tomamos el último año del IPP, la inflación, el tipo de cambio, que está en $900, y el tema del canal de Panamá, hay muchos factores que podrían incidir».
Luis Llanos, profesor de Finanzas de Ingeniería Industrial, U. de Chile, por su parte, sostiene que «durante la pandemia, los restaurantes y todos los servicios relacionados con el turismo tuvieron una contracción de márgenes importantes que los han venido a recuperar después, particularmente en los últimos meses».
Explica, así, que en medio de la preparación para la temporada de verano, «es posible que los negocios hayan hecho ajustes de precio que no estén necesariamente en línea con la tendencia general de la inflación».
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