Las dos distribuidoras que operan en San Juan presentaron cuánto querían aumentar el costo de la factura de energía durante los primeros 6 meses del año. Energía San Juan pidió una suba del 130,18%, argumentando los costos operativos que subieron, la perspectiva de cuánto se encarecerá brindar el servicio y sus necesidades de mantener rentabilidad. Decsa, que brinda servicio en Caucete, coincidió con estos valores.
Pero a pesar de estas pretensiones, los técnicos del EPRE tenían un cálculo distinto de cuánto podía llegar a subir. El encargado de mostrar los valores fue el vicepresidente del ente, Roberto Ferrero, quien habló y explicó que el objetivo de los cálculos era «mantener la sustentabilidad de la distribuidora, cuidando los intereses de los usuarios». Con estos objetivos, los técnicos llegaron a ese 85,79%, ya que calcularon las subas con otros índices, no implementaron un costo extra por ganancias que pedía la empresa y sumaron una compensación a las subas que hubo en 2023 por la crisis económica.
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