En las alturas de los Pirineos, bajo la cordialidad del restaurante de su infancia, el presidente Emmanuel Macron convenció a su par chino Xi Jin Ping de ayudar a poner fin a la guerra en Gaza. Después de vinos, jamones y quesos deliciosos, el menos inescrutable Xi accedió. Pidió por primera vez públicamente a Israel que detenga el ataque a Rafah, el último dilema para un derrotado primer ministro Benjamin Netanyahu. Una declaración conjunta con Francia lo enmarca.
China se sumó a Francia en el pedido, cuando Europa puede ver el paso de Macron en el mismo contexto que su ambición de convencer a Vladimir Putin de hacer la paz con Ucrania.
Macron y Xi en los Altos Pirineos, el martes. Foto: EFE
El primer ministro israelí ha estado bajo un conjunto de presiones contradictorias durante un mes entre los miembros de línea dura de su gabinete y las demandas del presidente Biden. Ahora se suma China, el nuevo mediador en Medio Oriente, en su primera incursión pública. Las otras han sido secretas y en Beijing.
Ampliar su influencia en Oriente Medio
China busca un papel de mediación en Gaza para ampliar su influencia en Medio Oriente. Su unión a Francia en el pedido es su paso para dejar en esta guerra cruel y con miles de civiles muertos inocentemente una huella.
Xi Jinping está intensificando la intervención de China en la crisis de Oriente Medio. La declaración conjunta fue una de las sorpresas de la visita en Francia
El raro momento de sinergia chino-europea es el último esfuerzo de China por dejar su huella diplomática en una región en la que tiene profundos intereses económicos pero poca influencia política.
Beijing mira la posguerra, el problema político y como superar las diferencias entre los palestinos para encontrar una paz duradera y comenzar la reconstrucción de Gaza.
Palestinos desplazados construyen nuevos refugios entre ruinas tras escapar de Rafah. Foto: Bloomberg
Palestina está dividida entre Al Fatah, que gobierna Ramallah y cuyo líder más carismático, Marwan Bargutti está prisionero de los israelíes, pero puede ser el líder modelo Mandela que lleve a Palestina a la paz; la Jihad Islámica, y Hamas, la milicias islámica que participó el 7 de octubre, que controlan Gaza. Al Fatah y Hamas fueron irreconciliables y llegaron al conflicto.
Hoy, cuando Israel está atacando Rafah, las tres facciones lanzaron comunicados separados. Hamas dijo que sus combatientes estaban luchando contra las tropas israelíes en el este de Rafah. Los grupos armados de Hamas, Jihad Islámica y Fatah explicaron que los tiroteos continuaban en el centro de la Franja de Gaza, mientras que los residentes del norte de Gaza informaron de intensos bombardeos con tanques israelíes contra zonas orientales de la ciudad y distritos de Gaza.
Una reconciliación para la posguerra
La principal iniciativa de Beijing es tratar de lograr una reconciliación entre las dos principales facciones palestinas, el secular Fatah y el islamista Hamas. La semana pasada fue sede de conversaciones entre los dos grupos. La unidad palestina es vista por China, al igual que por los Estados del Golfo, como una condición previa para un plan coherente para la administración de Gaza y Cisjordania, cualesquiera que sean las condiciones en que termine la guerra.
Si llegan a un alto al fuego en las actuales circunstancias, no hay duda que Hamas querrá participar de las negociaciones de la posguerra. No ha perdido la guerra pero deberán cambiar su estrategia política y aceptar la democracia. Probablemente van a ser desalojados de Qatar y deberán buscar una nueva residencia para su movimiento.
El jefe de la oficina de relaciones internacionales de Hamas, Musa Abu Marzouk, dijo en una entrevista el domingo que esperaba que Fatah y Hamas regresaran en breve a Beijing para una segunda ronda de conversaciones.
También reveló que Hamas había querido que China, Rusia y Turquía actuaran como cogarantes de cualquier acuerdo de paz entre Hamas e Israel. Una señal de la desconfianza de Hamas, ante la incapacidad o falta de voluntad de Estados Unidos para garantizar que su aliado Israel respete cualquier alto el fuego.
China, el pacificador
China ve sus acciones como una extensión natural del papel que desempeñó el año pasado para poner fin a los nueve años de conflicto diplomático y enfrentamiento entre Arabia Saudita e Irán. Otros creen que quiere reemplazar el rol de Estados Unidos, que no ha cortado la ayuda militar las armas a Israel, a pesar de que Netanyahu está violando la ley internacional con su uso.
Muchos otros, incluidos Rusia, Turquía y Qatar, han intentado negociar un acuerdo entre Hamas y Fatah , desde que las elecciones palestinas de 2006 llevaron a Hamas a expulsar a Fatah de Gaza. No han tenido suerte.
China aterriza en Palestina cuando las partes deben reciclarse para un futuro de paz. La Autoridad Palestina, controlada por Al Fatah, se ha vuelto muy impopular y no consigue imponer su voz en Gaza, controlada con mano férrea por los islamistas de Hamas. No han convocado a elecciones.
Altos funcionarios palestinos asistieron a las conversaciones de la semana pasada en Beijing. El equipo de Hamas estaba dirigido por Khalil al-Hayya y Hossam Badran, mientras que dos miembros del comité central de Fatah, Azzam al-Ahmad y Samir al-Rifai, representaban al anciano presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas. Ningún miembro del nuevo gobierno de la Autoridad Palestina, encabezado por el primer ministro Muhammad Mustafa, asistió, lo que demuestra que el verdadero poder político permanece en manos de la vieja guardia.
Pero hay muchos obstáculos. Justo antes de las conversaciones, Hamas atacó al nuevo gobierno de la Autoridad Palestina, diciendo que no había sido consultado sobre su composición. Fatah respondió diciendo que no había sido consultado sobre el ataque de Hamas a Israel.
Presencia económica
Los canales oficiales chinos han criticado a quienes cuestionan sus credenciales en Medio Oriente, señalando que en cinco días de conversaciones secretas en marzo de 2023 desempeñó el papel de intermediario final en la sorpresiva reconciliación entre Arabia Saudita e Irán. El acuerdo puso patas arriba la idea binaria tradicional en el Golfo –que “Estados Unidos se ocupa de la seguridad y China se ocupa de la economía”–, según Jonathan Fulton, investigador principal no residente del Atlantic Council.
La presencia china se reafirma en Medio Oriente. Esto se refleja en el número de conferencias sobre Oriente Medio que se celebran en Beijing.
Shen Yi, profesor de la Universidad de Fudan, en declaraciones al Global Times, fue típico al argumentar que la región necesitaba un cambio respecto del papel negativo desempeñado por Estados Unidos.
“En lugar de resolver el problema, Estados Unidos normalmente crea el problema. Luego formula una política, basada en sus propios intereses y necesidades, tomando las vidas y el bienestar de la gente de Medio Oriente como herramienta para solidificar su hegemonía. Todos los partidos en Medio Oriente conocen muy bien las intenciones de Estados Unidos, pero antes no tenían otras opciones. Ahora, con la mediación de China, naturalmente elegirán la propuesta de paz”, dijo el académico.
La visión china del conflicto
El conflicto de Gaza también ha llevado a un endurecimiento del enfoque pro palestino de China hacia el Medio Oriente, en parte debido al impacto del conflicto en la economía china. Una semana después del ataque de Hamas el 7 de octubre, el Ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, describió el bombardeo de civiles por parte de Israel en Gaza como un exceso del derecho a la defensa, en una conversación con el canciller saudita.
El propio presidente Xi esperó hasta después del Tercer Foro de la Franja y la Ruta a finales de octubre para comentar sobre la crisis, reiterando la posición de larga data de China de que se debe implementar “una solución de dos Estados” y pidiendo “un corredor humanitario que permita la entrada de ayuda a la Franja de Gaza”.
En febrero, Beijing instó a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) a dar su opinión sobre la ocupación israelí de los Territorios Palestinos, que calificó de ilegal.
Comments are closed.