Legislatura cerrada: hasta cuando se puede estar sin debatir y por donde se agrieta el bloque opositor

“¿Cuánto tiempo puede estar sin sesionar la Legislatura de Córdoba? – El tiempo que haga falta -responde una de las espadas del gobierno de Martín Llaryora – si quieren estamos así los cuatro años”. Desde que se presentó la intención de agravar la mayoría en los proyectos presentados sobre tablas, todo se rompió en la Unicameral.

El oficialismo busca de todas maneras recuperar el control de años pasados, cuando gozaba de mayoría automática y quórum propio. En los últimos meses, se topó con una oposición agresiva, con denuncias y pedidos de informes a ministerios claves del Ejecutivo. “Están en modo electoral”, justifican desde el oficialismo su accionar. Sumado al combo de recorte de subsidios al transporte, los fondos para los docentes y la caída en la recaudación, hacen un cocktail complicado para Martín Llaryora. Una Legislatura descontrola es mucho para mostrar un “cordobesismo republicano”.

El interbloque de opositores, en donde concluyen juecistas, amarillos, radicales, nuevos liberales y vecinalistas” se muestran cansados de seguir cediendo ante los pedidos de “gobernabilidad” que llegan desde el Panal. “Ya le cedimos la presidencia provisoria de la cámara para contribuir a la famosa gobernabilidad. Además se quedaron con la mayoría de las comisiones. Ahora quieren las dos terceras partes. Son voraces”, explica una de las principales voces del interior provincial.

Estas semanas se pondrá el foco en el trabajo de la radical Myriam Prunotto. En ella recaen las principales críticas, principalmente de los “boina blanca”. “Falta conducción de la vice gobernadora. Con (Manuel) Calvo no pasaba esto en la legislatura”, dispara el presidente del bloque radial Matías Gvozdenovich. Para el legislador, la vicegobernadora “no logra conducir la cámara. No va a las comisiones de labor, discute con los legisladores, especialmente con los radicales. (Facundo) Torres podría asumir ese trabajo, pero no le dan lugar. Él fue intendente y ministro de Gobierno. El único que defiende es Siciliano, solo contra todos. Miryam hace agua”, califica al teléfono mientras conduce los más de 300 kilómetros que lo separan de la capital cordobesa.

Los legisladores de la capital: la “vedettes” en la mira

No todos acompañan las denuncias presentadas. Hasta se incomodan con algunas de ellas. Walter Nostrala miró su teléfono y encontró la negativa de los radicales a sumarse a la presentación por el precio de los patrulleros. A las 18 les adelantó a todos los bloques opositores que iban a denunciar al ministro Juan Pablo Quinteros. Nadie tuvo tiempo de analizar lo que los juecistas presentaron. “Se cortaron solos, sin esperar. Nosotros no somos denunciadores seriales”, remarcaron. Hay que prestar atención a esta consideración ¿Puede el interior dividir el interbloque opositor? El senador Luis Juez mira todo de reojo, no quiere perder el control ni el protagonismo, pero tampoco puede quedarse sin los radicales del interior ¿o si?

“De las denuncias presentadas no vimos ninguna papelería”, comentó uno de los opositores que no se sumaron. Se entiende, el juecismo controla el Tribunal de Cuentas y es celoso con compartir la información.

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Hay una diferencia clave entre vivir en la capital cordobesa y en el interior, fundamentalmente para quienes fueron intendentes y hoy ocupan una banca. “En las localidades los legisladores rinden cuentas en directo a los vecinos. En el almacén, en el club, en el taller, en todos lados te paran porque te conocen. Hay muchos que no pasaron por la gestión y prácticamente no son muy conocidos”, alerta un hombre del interior que ganó su departamento y hoy ocupa un lugar en la Unicameral.

“Más allá de las diferencias políticas, la mayoría se lleva bien con el gobierno provincial. Hay que dejar la rosca y la chicana para los capitalinos”, describen.

“Hay mucho vedettismo en los legisladores que buscan ser reconocidos o adquirir notoriedad, pero esto nos está trayendo algunas complicaciones”, aclaran. “En el interior los legisladores cerraron sin internas, no hay tantas peleas. Hay más gestión, más responsabilidad de gobierno” afirma el presidente del bloque radical.

Como desarmar el laberinto de la “ley Spaccesi”

La intención es insistir con la Ley de Spaccesi “siempre y cuando el legislador autor de la iniciativa lo quiera”, aclaró el presidente del bloque del PJ. Ya todos sospechan lo que pasará durante las semanas por venir: el primer proyecto en el órden del día será el del libertario, ahora impulsado por el oficialismo.

Será una Legislatura cerrada o alguien tiene la llave para activarla. Los opositores, que tenían un proyecto similar de reforma del reglamento de la Unicameral piden sentarse a negociar “algunos cambios en la ley Spaccessi”. “El oficialismo no quiere que se trate sobre tablas y ellos tienen las mayorías en las comisiones, los dictámenes salen a favor de ellos. No funcionan las comisiones, hay algunas que se reunieron una sola vez. Los legisladores radicales presentaron 400 proyectos. Es el bloque más labura”, indicaron.

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Si no se llama al diálogo no hay quórum. Nadie puede asegurar que el miércoles próximo haya sesión. Pero no habrá una tercera. La oposición tiene varias cartas sobre la manga ¿se vendrán pedidos de sesiones especiales?

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