Tras la goleada 3-0 a Rumania en octavos de final, Países Bajos enfrenta ahora a Turquía, que dejó en el camino a Austria, en busca de las semifinales. Juegan en el estadio Olímpico de Berlín, donde se disputará la gran final del 14 de julio, con arbitraje del francés Clément Turpin. Transmiten ESPN y Disney+.
Pese a la resistencia que armó el técnico italiano Vincenzo Montella con una línea de cinco en el fondo y cuatro mediocampistas con una sola referencia en ataque -Baris Alper Yilmaz-, Países Bajos tardó un minuto en encontrar una filtración. Tras tocar con Gakpo, que lo habilitó con un taco, Memphis se escapó y eludió a dos rivales antes de sacar un derechazo cayéndose que se fue afuera.
Con ese planteo defensivo de su rival, el equipo de Ronald Koeman no tardó en hacerse dueño del juego. Con Bergwijn, Simons y Gakpo apoyando a Memphis en ataque, la apuesta pasaba porencontrar los espacios para llegar con claridad al arco de Fehmi Mert Günok, algo que se dificultó en el primer cuarto de hora de un partido cerrado y trabado.
Recién a los 20 minutos Turquía consiguió inquietar a los defensores neerlandeses. No fue Yilmaz el responsable de llevar peligro -pese a que son los pelotazos hacia él lo más peligroso del juego otomano- sino su 10, Hakan Calhanoglu, quien se animó al remate de media distancia al arco, que no encontró su destino, pero sí generó un córner por un rebote.
De hecho, el platinado del Galatasaray puso en aprietos al experimentado capitán Virgil van Dijk a los 29 minutos, una jugada que generó el tiro libre del mediocampista del Milan, que Verbruggen rechazó con los puños.
Pero el asedio ya era un hecho que se concretó con un cabezazo de Akaydin, a los 35 minutos, tras un córner pasado que Arda Guler volvió a poner en juego en el palo donde tanto el defensor le ganó a Dumfries.
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