Por el momento lo que se sabe es que el siniestro fue en el interior del popular Barrio Aramburu, ubicado en Rivadavia. A raíz de las heridas, el jugador se encuentra internado en terapia intensiva con pronóstico reservado.
Lamentablemente no es el primer siniestro del que participa el capitán del lechuzo. El antecedente data del 2017, cuando quedó envuelto entre la tragedia y el milagro. Fue a finales de mayo de ese año, en San Martín. En ese momento Díaz tenía solo 18 años y viajaba como acompañante en un Fiat Strada, conducida por su compañero de equipo, Nicolás Medina, de 17 años.
Medina se quedó dormido al volante, lo que provocó que chocara contra un eucalipto, destrozara un poste del tendido eléctrico y volcara sobre calle Belgrano. A raíz del violento accidente, Medina perdió la vida en el lugar, mientras que Díaz se salvó, de “milagro”, como señalaron sus familiares y desde el entorno al momento del siniestro.
Hoy el panorama es otro y se encuentra luchando por su vida, por lo que desde el club donde es capitán pidieron cadena de oración por medio de las redes sociales, para la pronta recuperación del joven.
