Si no gano esto, me muero


A Faustino Oro no le bastó con ser el maestro internacional más joven de la historia del ajedrez, récord mundial logrado el domingo 30 de junio, a los 10 años, 8 meses y 16 días. El prodigio argentino lo hizo de nuevo y este miércoles, en un torneo de partidas blitz a tres minutos, destrozó al gran maestro estadounidense Hikaru Nakamura, número dos del ranking mundial de la FIDE. Y su festejo fue antológico.

El Arena Kings es un torneo semanal que se juega en la plataforma Chess.com todos los miércoles, con un ritmo de tres minutos a finish. ¿Qué significa? Que cada ajedrecista tiene ese tiempo para jugar y por más que esté por dar jaque mate puede perder si se le acaba porque no hay incremento como en otros formatos, por ejemplo, en los que se suman dos segundos por cada movida.

Pues bien, en este formato en el que Nakamura es especialista y se ha convertido en uno de los streamers más seguidos, Fausti lo barrió con las piezas blancas y su celebración al final fue espectacular. “¡Le ganamos a Hikaru!”, gritó mientras movía sus brazos, con el mismo festejo que se inmortalizó cuando venció en un partida a un minuto al noruego Magnus Carlsen, número uno del mundo y rey de este era.

Lo más increíble aún es que con 19 victorias y 5 derrotas, Fausti terminó octavo entre 1.668 jugadores, detrás entre otros del mismo Nakamura y del estadounidense Gata Kamsky, niño prodigio nacido hace 50 años en la ex Unión Soviética y retador en 1996 de Anatoli Karpov por el título mundial que en ese momento estaba dividido por la escisión comandada por Garry Kasparov.

Faustino Oro, el prodigio de 10 años del ajedrez mundial.
Foto AFPFaustino Oro, el prodigio de 10 años del ajedrez mundial.
Foto AFP

“Nos toca Hikaru, gente, concentrados”, avisó Fausti cuando empezó la partida con peón rey y el estadounidense movió “c6” en la Defensa Caro-Kann. Eso tienen los torneos online como éste: los ajedrecistas transmiten en vivo desde sus canales y hablan mientras juegan.

El argentino quedó mejor en la apertura y en el medio juego se le escuchó decir: “¿Cuál es tu magnífica idea? ¿O no tienes idea?”. De pronto se dio cuenta de que podía avanzar un peón a “c6” y dijo: “Cuidado que le gano a Hikaru”. Dicho y hecho: se quedó con un caballo de más y se envalentonó. Pero había que tener cuidado con el tiempo.

“Estamos ganadísimos, pero cuidado que es Hikaru. Es una locura lo que estoy haciendo”, advirtió. “Tengo hasta más tiempo. Si yo no gano esta partida, me muero”, añadió. Y tenía razón en verse completamente ganado porque dos movidas después el número dos del mundo abandonó.

“¡¡¡Vamos, le ganamos a Hikaru!!!”, gritó con sus movimiento de niño de 10 años que contagian alegría. Porque Faustino Oro, en definitiva, se divierte jugando… y ganándole a los mejores del mundo.

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